El déficit presupuestario de la Generalitat de Cataluña superará este año los 50.000 millones de pesetas

Representantes del Gobierno y de la Generalitat establecieron el pasado lunes, en una reunión celebrada en Madrid, un nuevo procedimiento para superar el enfrentamiento existente sobre la valoración de transferencias a Cataluña. El fuerte déficit de la Generalitat, que puede superar los 50.000 millones de pesetas, ha producido una "urgencia financiera" considerable a la institución autonómica, que sin duda ha influido en las negociaciones con la Administración central. Por vez primera, los Presupuestos Generales del Estado para 1984 incluirán los porcentajes de participación de Cataluña y del resto de las comunidades autónomas.

Así lo aseguró el secretario de Estado de Hacienda, José Sevilla, a Ramón Trias Fargas, presidente de la parte catalana de la Comisión Mixta de Valoraciones Estado-Generalitat.En la cumbre Gobierno-Generalitat realizada en Madrid se acordó un nuevo procedimiento para fijar el tanto porcentual en que se basará la financiación de la institución autonómica, superando así el enfrentamiento que desde hace más de un año se mantiene entre las administraciones central y autonómica sobre el dinero que Cataluña debe recibir como consecuencia de los traspasos de servicios recibidos desde el Estado.

Los acuerdos sobre las valoraciones de las transferencias, alcanzados en 1982 entre el entonces ministro de Hacienda de UCD, Jaime García Añoveros, y el también entonces conseller de Economía, Ramón Trias Fargas, cifrados en 126.000 millones de pesetas, fueron denunciados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que aseguró haber comprobado la existencia de sobrevaloraciones. Esa tesis, que conllevaba un recorte de unos 20.000 millones, se mantuvo con más fuerza si cabe cuando el PSOE accedió al Gobierno, contra lo que el Consell Executiu reaccionó retirándose de la Comisión Mixta de Valoraciones. El dinero-valor de los traspasos se transformó en uno de los principales argumentos de las elecciones locales.

'Recorte' de 7.000 millones

"Se hará un esfuerzo", declaró ayer Ramón Trias Fargas a EL PAIS, al explicar el contenido del acuerdo con José Sevilla, "para que el porcentaje de participación de Cataluña en los ingresos generales del Estado pueda quedar incluido en la ley presupuestaria de 1984, aparcando para más adelante temas de compleja solución y menor importancia, como los del Instituto para la Reforma y el Desarrollo Agrario (IRYDA) e Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona)". "En el caso", prosiguió Trias, "de que, a pesar de todo, el acuerdo sobre el porcentaje de participación de Cataluña en los ingresos estatales no se produjera a tiempo para incluirlo en los Presupuestos del Estado, existe el firme compromiso de alcanzarlo antes de fin de año. El porcentaje entraría en vigor el 1 de enero de 1984, mediante una ley especial de artículo único que se sometería al Congreso por trámite de urgencia".Esta ley fijaría exclusivamente el porcentaje de Cataluña, ya que los del resto de las comunidades autónomas están prácticamente determinados en este momento.

Respecto a la metodología a seguir, Trias informó de que se establecerá el cuadro completo de valoraciones que el Gobierno entiende que corresponden, para compararla con las pactadas en 1982 con el ministro García Añoveros. "De esta manera", informó el representante catalán, "se podrán aislar los puntos de divergencia, que lo mismo pueden aumentar que mantener o disminuir el importe de las valoraciones de 1982". Fuentes solventes concretaron, sin embargo, que aquellos 126.000 millones sufrirán un recorte de unos 7.000 millones de pesetas, y que éste es un resultado que la Generalitat considera "asumible".

Contabilizando el ejercicio económico de 1983, el déficit de la Generalitat puede superar en estos momentos los 50.000 millones de pesetas. Esta situacion deficitaria ha propiciado en buena manera el acuerdo entre la institución catalana y el Gobierno central. La presencia del conseller de Economía, Josep Maria Cullell, en la reunión celebrada el lunes en el Ministerio de Hacienda, vendría explicada por esta "urgencia financiera".

Trias aludió ayer en sus declaraciones a que "la institución autonómica tiene unas necesidades perentorias" en materia hacendística. Al no recibir Cataluña todo el dinero fijado en sus propios presupuestos, por opinar el Gobierno socialista que existe sobrevaloración, la institución catalana se ha endeudado, emitiendo deuda pública, retrasando el pago de proveedores y manteniendo saldos deficitarios.