80.000 personas participaron en los Festivales de Navarra en Olite

"Los resultados de los Festivales de Navarra en Olite han sido francamente positivos y estamos muy satisfechos del trabajo desarrollado. La pena es que ahora esto no tenga una continuidad por parte de la Administración, que debiera ocuparse de que las actividades culturales se prolongasen durante todo el año", manifestó Taco Pezonaga, coordinador del equipo ténico y artístico de estos festivales, que finalizaron en la madrugada del pasado día 1. Más de 80.000 personas han participado, a lo largo de todo un mes, en esta tercera edición de los Festivales de Navarra, organizados por la institución Príncipe de Viana de la Diputación Foral de Navarra.Grandes espectáculos de música, ballet, teatro, cursos (de danza, literatura yjazz, entre otros, en los que han tomado parte unas 750 personas), exposiciones, cine, vídeo, conciertos y actuaciones de grupos por las calles, han compuesto el programa de estos Festivales de Navarra. El aforo del recinto en que se han desarrollado los grandes espectáculos de fin de semana -próximo al Castillo de Olite, antigua sede de la corte de los -Reyes de Navarra-, se ha visto cubierto durante todas las noches en que han tenido lugar éstos.

El objetivo de esta tercera edición de los festivales, que era el de que fuesen una universidad o aula de verano de todas las artes, en mi opinión", señala Taco Pezonaga, "se ha cubierto totalmente. Profesores y alumnos han convivido de manera muy estrecha y los resultados obtenidos son, según las encuestas que hemos hecho entre los cursillistas así como con los profesores, muy alentadores. La pena es que todo este trabajo no tenga una continuidad a lo largo del año, que es lo que debería hacer la Administración".

En parecidos términos se expresaron algunas personas relacionadas con el mundo cultural navarro y que fueron consultadas por este periódico, quienes señalaron que de nada sirven los festivales si la Diputación, entidad organizadora de la muestra cultural, no emplea también sus esfuerzos con los grupos artísticos de la provincia o no promueve actividades artísticas y culturales. Olite se convierte, pues, para estas personas, en lo que únicamente es: un respiro en el desierto cultural de Navarra.

Como despedida de estos Festivales de Navarra se organizó una fiesta -que en ocasiones se desarrolló bajo una fuerte tromba de agua- en la que intervinieron más de 1.000 personas, buena parte de las cuales habían tomado parte activa en esta muestra cultural. Los Festivales de Navarra, bajo los que este año subyacía una concepción totalmente distinta con respecto a las dos ediciones anteriores, tuvieron un espíritu de encuentro y de aprendizaje de todas las artes por medio de cursillos, conferencias, charlas, coloquios y exposiciones. No obstante esta idea, los espectáculos previstos para los fines de semana tuvieron también un papel esencial.