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Yasir Arafat pide en Ginebra una solución para Oriente Próximo basada en la justicia

En un tono solemne y ceremonioso, pero también moderado, Yasir Arafat, presidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), hizo ayer, desde la tribuna de la ONU en Ginebra, un llamamiento a la comunidad internacional para que traduzca en "hechos" lo que hasta ahora no son más que intenciones y buenas palabras e "imponga" en Oriente Próximo "una solución de paz basada en la justicia".

CORRESPONSAL, Ginebra

B., Moscú

En su primera intervención pública tras su expulsión de Siria, el 25 de junio pasado, el máximo dirigente palestino se permitió el lujo de elogiar a las "fuerzas democráticas y progresistas judías, que en el interior y en el exterior de Israel se oponen a la guerra".Tras reivindicar el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, Arafat propuso una nueva conferencia bajo los auspicios de la ONU en la que deberían participar no sólo "las partes interesadas directamente", sino también las grandes superpotencias (Estados Unidos y URSS), advirtiendo de la voluntad política de la OLP de seguir luchando por "la libertad, la democracia, la paz, la justicia y la independencia nacional".

El pueblo palestino, dijo Arafat, es víctima a diario, en el plano político, económico, cultural, religioso y social, de la agresión y el expansionismo sionista. Con gesto amenazador y voz grave el comandante en jefe de las fuerzas de la revolución palestina, que vestía traje militar y turbante de rigor, criticó a Estados Unidos, tanto por la ayuda militar prestada al Gobierno israelí de Menájem Beguin como por la conducta de Washington durante el asedio de Beirut. La Casa Blanca no ha tomado ninguna medida, se quejó Arafat, para que cese la política de construcción de asentamientos y colonias de población judía en los territorios ocupados por Israel de Cisjordania y Gaza. Además, insistió, con su veto impide que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte las resoluciones pertinentes. El plan de paz propuesto en septiembre del año pasado por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, "confisca el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y al establecimiento de un Estado independiente", señaló el líder dela OLP, al mismo tiempo que denunció la política estadounidense en Líbano y "las agresiones sionistas" cometidas contra los pueblos palestino y sirio.

Refiriéndose a la conferencia, Arafat recordó que había sido convocada en virtud de una resolución de la Asamblea General de la ONU. Y al constatar la ausencia de un gran número de países occidentales (Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, todos los países de la CEE menos Grecia, etcétera), el presidente de la OLP expresó "la decepción del pueblo palestino ante la negativa de estos Estados a asumir sus responsabilidades para asegurar la paz internacional. El estatuto de miembro de pleno derecho con el queparticipa la OLP en la conferencia es una prueba del amplio apoyo acordado por la opinión pública mundial", afirmó, "a la lucha y a los derechos del pueblo palestino. Esto pone fin al clima de confusión que reinaba a este respecto".

El papel de Europa

La postura norteamericana y el silencio occidental indican claramente, sostuvo Arafat, que la mentalidad colonialista continúa inspirando la política de estos Estados. Europa occidental, añadió, tiene una gran responsabilidad en la solución de los problemas mundiales.

Después de poner de relieve la importancia geoestratégica, política y económica de Oriente Próximo, Arafat sostuvo que la región debía estar al abrigo de las influencias, del control o del monopolio d e las potencias de este mundo. "Estamos dispuestos a considerar favorablemente", dijo, "cualquier, iniciativa de paz que se base en el reconocimiento de los derechos de nuestro pueblo y a colaborar con la ONU y sus instituciones en el marco de la legitimidad internacional y de las resoluciones. relativas a la cuestión palestina".

Para Arafat, el plan de Fez (Marruecos), aprobado el pasado año en la conferencia de países árabes en la cumbre, constituye "una base mínima" que no habría que desaprovechar. "La OLP", terminó diciendo, "libra en la actualidad una batalla que se sitúa en los 10 últimos metros en dirección a la victoria final hasta poner la bandera de nuestro pueblo en Jerusalén, la capital de nuestro Estado libre".

Por su parte, el embajador de Israel, Ovadia Soffer, manifestó en una conferencia de Prensa que la OLP no era un interlocutor válido ni para la negociación ni para el diálogo, ya que su objetivo era la destrucción de Israel. La patticipación de Yasir Arafat en la conferencia sobre la cuestión palestina no es más que un "montaje publicitario" destinado a reactivar su causa y de ahí, dijo, que las exigencias formuladas estén encubiertas por, un lenguaje seudomoderado. Stoffer concluyó afirmando que Arafat quería aparecer enarbolando el ramo de olivo de la paz, pero sus hechos se han traducido siempre, en la práctica, en un terrorismo ciego.

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