Armar las conciencias

Que sí, que nos van a dar clases, que nos van a desasnar bélicamente, que nos van a enseñar lo que es un peine (Nota: llámase peine no sólo al artilugio convenientemente dentado que los humanos utilizamos para rastrillarnos los remolinos capilares, sino también al conjunto de balas con que se alimentan las ametralladoras y otras muertes).El Gobierno está organizando un seminario sobre la OTAN para periodistas. En octubre. Para que se nos abran los ojos de ver las estrategias y se nos eduque la pluma de opinar. El seminario, dice la noticia, forma parte de la campaña informativa oficial para "concienciar a los diferentes sectores influyentes del país de cara a la celebración del referéndum prometido por Felipe González para 1985". Tiene tiempo sobrado por delante. Tiempo para construir una coincidencia de conciencias.
ROSA MONTERO
Director: Steve Miner. Producción: Frank Mancuso, hijo. Fotografía: Gerald Feil Intérpretes: Dana Kimmell, Paul Kratka, Richard Brooker. Norteamérica, 1983. Aventuras.Local de estreno: Bulevar.
Yo ni siquiera he hecho la mili, como es obvio, y ando floja en el saber guerrero. Espléndida, rutilante, hermosa idea, me digo. Hete aquí un seminario que me informa. Claro que, añade la noticia; los ponentes del asunto, los que me sacarán de mi ignorancia, serán expertos pro alianza: es un cursillo organizado juntamente con el departamento de prensa de la OTAN. Y aquí me empiezan las congojas. ¿Será este un seminario informativo? ¿Conformativo? ¿Deformativo? ¿Destrozativo? ¿O decorativo? Puntualiza Sotillos que el asunto no es más que un servicio de información para aquellos periodistas que lo deseen, y añade que no tiene por qué representar necesariamente la posición del Gobierno. Pero, puestos a informar oficialmente, ¿por qué no traen también a los contrarios, a saber, a los pacifistas, a los antinucleares, a todos aquellos -científicos y expertos, entre ellos- que piensan que meterse en la OTAN es un cisco?
Me van a concienciar, lo estoy temiendo. Me van a contar su historia una y 1.000 veces. Propaganda, le llamaban a eso en otros tiempos. Un sí o un no de referéndum, blanco o negro, el futuro en el canto de un cuchillo, en una pequeña duda, en una brizna. Es tan fácil construir conciencias desde arriba. O destruirlas.
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