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La izquierda salvadoreña no participará en las elecciones si éstas no son organizadas por un Gobierno representativo

La negativa de la izquierda salvadoreña a participar en las elecciones, a menos que sean convocadas por un Gobierno de amplio consenso nacional, constituye el principal punto de fricción en el diálogo emprendido esta semana en San José entre representantes de la guerrilla y una misión especial norteamericana, que preside el embajador Richard Stone.La primera tanda formal de negociaciones duró cuatro horas y se desarrolló en una casa situada a unos 25 kilómetros de la capital costarricense, propiedad de un colaborador del presidente Luis Alberto Monge, quien asistió a una parte de la reunión en calidad de mediador. La misión norteamericana estuvo integrada por Stone y sus asesores Roger Fontaine, John Glassman y Todd Greentree. La oposición salvadoreña envió, por su parte, a dos dirigentes de sus organizaciones políticas, Guillermo Ungo y Rubén Zamora, y otros dos de los grupos armados, Mario Aguiñaga y Mario López.

JESÚS CEBERIO, México

ENVIADA ESPECIAL

Al término del encuentro, Luis Alberto Monge dio lectura a un comunicado conjunto, en el que se señala que la reunión se desarrolló "en un ambiente de franqueza y respeto mutuo". La escueta nota finaliza diciendo que ambas partes acordaron mantener abierta la comunicación. Stone partió ayer para Bogotá, a donde se había desplazado la tarde anterior Mario Aguiñaga, por lo que se consideraba probable que ambos mantuvieran una nueva entrevista en la capital colombiana.

El propio Monge fue quien reveló que el tema electoral había sido objeto de posiciones encontradas al considerar la izquierda que el actual Gobierno de Álvaro Magaña no puede ofrecerle las debidas garantías. Zamora explicó a este respecto que es un falso dilema hablar de negociación o elecciones "Ambas son partes indisolubles de un mismo proceso".

Según el dirigente socialcristiano, estas conversaciones deben conducir a la formación de un Gobierno pluralista, de amplia representación nacional, que será el encargado de convocar las futuras elecciones. "Para que las elecciones cumplan su papel", añadió, "tiene que haber condiciones para que el pueblo se exprese libremente, y en el Salvador no existen".

El Gobierno de Álvaro Magaña y la Administración Reagan han advertido ya que el diálogo iniciado en San José no se propone ningún nuevo reparto del poder y que su alcance se limita exclusivamente a ofrecer las condicicines necesarias para que la izquierda participe en el proceso electoral, previsto inicialmente para el mes de diciembre y pospuesto luego hasta el primer trimestre del próximo año.

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Guillermo Ungo opinó, por su parte, que el tiempo juega a favor del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), por la incapacidad de mostrada por el Ejército para derrotarlo. En cualquier caso, es obvio que no habrá tregua, al menos durante esta fase de las conversaciones. Al fin y al cabo, la principal fuerza negociadora de la guerrilla está en sus acciones militares, que la pasada semana causaron al Ejército 90 bajas y averías en un helicóptero, según la emisora rebelde Radio Venceremos.

El proceso de negociación promete ser largo y difícil. Ungo señaló que, en cualquier caso, este inicio de diálogo constituye ya un paso para que no se produzcan mayores niveles de intervención por parte de Estados Unidos.

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