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Un cosmonauta soviético confiesa que sufrió de insomnio, aburrimiento y ansiedad en el espacio

Extractos de un diario escrito por un cosmonauta soviético que realizó un vuelo espacial de siete meses de duración el pasado año han sido publicados por el diario Pravda y han permitido contemplar un aspecto hasta ahora no conocido de la vida de los astronautas en el espacio.

Los extractos publicados en el órgano del partido comunista soviético muestran que el cosmonauta Valentin M. Lebedev sufrió cansancio, dificultades para conciliar el sueño y ansiedad respecto a su trabajo durante la larga misión espacial, en la que se batió el récord de permanencia continuada en el espacio. Lebedev también muestra en el diario preocupación por sus relaciones con los compañeros de tripulación, por la separación de su familia y aburrimiento ante la duración de la misión. En el diario vierte también algunas ligeras quejas sobre la calidad de la comida preparada de que disponían los cosmonautas en la estación espacial Salyut 7.Los extractos del diario ocuparon la mayor parte de una página de Pravda y son indicio de un cambio de actitud de las autoridades soviéticas respecto a la reserva mantenida hasta ahora en lo relativo al programa espacial, que incluía la no difusión de noticias consideradas como negativas.

El vuelo de Lebedev comenzó en abril de 1982, desde la base de lanzamiento de Baikonur, en Kazakhstan, y terminó en diciembre de ese mismo año con un aterrizaje nocturno, también en la zona de Kazakhstan, en medio de una ventisca. Según las informaciones filtradas posteriormente, este aterrizaje estuvo a punto de terminar en tragedia, debido a las malas condiciones atmosféricas.

Lebedev, ingeniero de vuelo de la tripulación base, compuesta por dos hombres, que batió el récord de permanencia, se refiere a menudo en su diario al insomnio que sufrieron tanto él mismo como el comandante Anatoly Berezovoy, con frases tales como "dormí mal", "no dormí nada", y también comenta la dificultad de mantenerse de buen humor.

Miedo

"Tengo miedo de mí mismo", escribe Lebedev en mayo, "no sé si podré vivir y trabajar durante tanto tiempo con mi compañero, si podré mantener la calma y el autocontrol". Un mes después, el 6 de julio, su preocupación parece haber aumentado. "Lo más difícil de este vuelo es mantener la calma en la relación con el control en la Tierra y con otros miembros de la tripulación, porque el cansancio puede desembocar en graves incidentes".La Salyut 7 fue visitadavarias veces durante la misión por otras tripulaciones que permanecieron cortos períodos de tiempo. A los dos meses de comenzado el vuelo, en julio, Lebedev escribe que el plato precocinado que más le gustaba se había terminado y que sólo quedaban otros menos apetecibles.

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