Felipe González anuncia una política de firmeza ante la violencia en el País Vasco

El presidente del Gobierno, Felipe González, declaró ayer que el Ejecutivo "no va a ceder ni un ápice" de su responsabilidad y que va a utilizar "todos los mecanismos legales" para perseguir policial y judicialmente a los que provocan la violencia en el País Vasco, a quienes calificó de "nazis" y antidemócratas. El presidente hizo estas declaraciones al recibir a la Prensa con motivo de la entrevista que mantuvo con el presidente del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra, sobre las negociaciones pesqueras que se están desarrollando con Marruecos. Felipe González aseguró que no se firmaría un acuerdo que lesionara los intereses canarios.

El tema de la guerra de las banderas en el País Vasco, respecto al que el presidente mostró su preocupación, y de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LOAPA, ocuparon la mayor parte de la primera conferencia de prensa que concede tras haber reanudado, ayer mismo, su trabajo en el palacio de la Moncloa.Felipe González no respondió con precisión a preguntas sobre la posible ilegalización de Herri Batasuna, pero, tras reconocer que los estatutos de este grupo político respetan la Constitución, matizó que el comportamiento del mismo no responde, en realidad, a esa exigencia, para añadir "En ningún país democrático del mundo se aceptaría una situación como la que plantea HB".

En la madrugada de ayer, por otra parte, fue detenido Joseba Imanol Ibarburu, uno de los tres concejales de la coalición abertzale Herri Batasuna qu e retiraron la bandera española del balcón del Ayuntamiento de San Sebastián en la tarde del pasado domingo. Tras prestar declaración ante el juez, Ibarburu fue puesto en libertad anoche. Una manifestacion de unas 500 personas recorrió durante la tarde algunas calles de San Sebastián reclamando la libertad del concejal, sin que se produjeran incidentes.

También el Gobierno vasco, tras su reunión de ayer, declaró que respondería con toda firmeza a las actitudes antidemocráticas de los grupos que habían provocado la violencia con el tema de las banderas. El portavoz del Ejecutivo vasco, Pedro Miguel Etxenike, insistió en calificar de provocadores e irresponsables a los grupos que, según dijo, quieren aprovechar sistemáticamente los actos de iniciación de las fiestas para convocar manifestaciones, con el propósito "evidente" de provocar una confrontación.

En lo referente a las consecuencias de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LOAPA, el Gobierno vasco se hizo solidario con el ofrecimiento de su presidente, Carlos Garaikoetxea, de reabrir el diálogo para el desarrollo negociado del estatuto de autonomía.

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