Antonio Gades estrena en España su versión de 'Carmen' durante el festival de Santander

Con la plaza Porticada absolutamente llena, fue presentada en España ayer por la noche la versión de Carmen para ballet realizada por Antonio Gades y Carlos Saura. Fue una actuación memorable, recibida durante bastantes minutos por los aplausos de un público puesto en pie, y la representación, en la que la música de Bizet alternó con el flamenco que irrumpía en escena, se rompió la frialdad de la obra de Próspero Merimée.

Ayudados por el espacio escénico diseñado por el pintor Antonio Saura, tanto Gades, en el papel de José, como Cristina Hoyos, como Carmen, lograron una interpretación que superó ampliamente la que Gades ofreció hace algunos años en Bodas de sangre, de Federico García Lorca.Entre el público se encontraban el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra Salcedo; el político Antonio de Senillosa, y una amplia representación del mundo de la cultura y de la política de Cantabria.

"Nuestra intención ha sido", confiesan Antonio Gades y Carlos Saura, autores también de la versión cinematográfica, en la introducción a su espectáculo, "la de encontrar en nuestras raíces, en nuestra idiosincrasia, los elementos de esta Carmen, y para ello hemos utilizado el baile y el cante flamenco, sin desdeñar por ello, antes al contrario nos ha servido de contrapunto, la hermosa partitura de Bizet".

Anteayer, aprovechando un breve paréntesis de sus actuaciones en Italia, la soprano Montserrat Caballé acudió a Santander para ofrecer un recital en la plaza Porticada. "No podía negarme y porque deseaba hacer este recital", jtxplicó la propia cantante al público que abarrotaba el recinto del Festival Internacional. La soprano interpretó un programa calificado de fácil por los críticos, que completó con cinco bises.

El recital de Montserrat Caballé, acompañada al piano por Miguel Zanetti, se inició con obras de los músicos italianos Gasparini, Stradella, Lotti, Spontini, Cherubini, Bellini y Rossini, para dedicar la segunda parte a obras de Joannes Brahms, en conmemoración del 1509 aniversario de su nacimiento, y finalizar con la interpretación de cuatro canciones del maestro español Vives.

La actuación de la Caballé, una de las más esperadas del FIS, reunió a un numerosísimo público. El todo Santander, de mediana edad en adelante, y el habitual público de las grandes noches en las entradas más baratas, joven en su mayoría, dispuesto a asistir a una de las noches grandes del festival, coincidieron, en los bises, en la ovación puestos en pie, como en los "¡oh!" de sorpresa ante la actitud de la soprano, que en cinco ocasiones regresó al escenario para ofrecer una tercera parte del recital, no prevista inicialmente.

La esperada actuación de la Caballé llevó hasta los palcos de autoridades, tantas jornadas semivacíos, a personalidades de la cultura y la política. Junto al presidente regional, José Antonio Rodríguez, el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra Salcedo; unas sillas más allá, el presidente del Grupo Parlameiitario Socialista en el Congreso, Javier Sáez de Cosculluela, y sin solución de continuidad los rectores de la universidad de Santander, José Miguel Ortiz Melón, y de la Internacional Menéndez Pelayo, Santiago Roldán. Parlamentarios y profesores universitarios completaban la lista de los numerosos asistentes a este esperado concierto de la principal soprano europea.

Vestida de negro, con una blusa rosa, la figura de Montserrat Caballé, con su mano derecha permanentemente situada sobre el piano, llenaba un escenario adornado sencillamente y bañado por la luz blanca. En el interior de la plaza Porticada el impresionante silencio se vio roto en algunas ocasiones por el ruido exterior.