_
_
_
_
_

"Yo maté a Somoza", declara Enrique Gorriarán Merlo

El 17 de septiembre de 1980 moría en Asunción (Paraguay), víctima de un atentado, el ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle.Años después, se ha podido reconstruir e identificar a los autores de la acción, que estaban capitaneados por el argentino Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, quien ha concedido una amplia entrevista que publicará, en exclusiva, EL PAIS SEMANAL el próximo domingo. En ella, da cuenta los detalles de la operación.

"Osvaldo", relata Gorriarán Merlo en la entrevista sobre las previsiones del comando, "desde su puesto de observación, provisto de un walkie talkie, daría el aviso cuando observara el vehículo de Somoza y estuviera seguro de que él venía dentro, mencionando el color del automóvil. Nosotros captaríamos la señal con otro walkie talkie. Apenas recibida, ocuparíamos nuestros puestos, Armando pondría en marcha la camioneta e interceptaría el vehículo. Santiago, desde el jardín de la casa, le dispararía con un lanzagranadas, y yo, con un M-16, atacaría a la escolta o abriría fuego sobre el vehículo de Somoza. Armando, una vez que interrumpiera el tráfico, descendería de la camioneta y abriría fuego sobre la escolta con un Fal".

En cuanto al desarrollo de los hechos, Gorriarán Merlo afirma que, en el asiento trasero del automóvil, viajaba una persona y conducía el vehículo un chófer que no era el general Genie, "criminal ex jefe de la ONS, quien normalmente lo hacía

"También era la primera vez que veíamos a Anastasio Somoza en el asiento trasero del vehículo", manifiesta el entrevistado. "Yo temía que los disparos que pudiera hacer a Somoza con el M-16 no le hicieran nada porque el vehículo fuera blindado. Pero comencé a disparar", asegura, "primero sobre el chófer, al que le hice un solo disparo para detenerlo, y luego sobre Somoza y su acompañante, a quien le tiré tres o cuatro veces".

Gorriarán Merlo afirma también: "Observé que los disparos penetraron sin dificultad. Disparé tiro a tiro, y cada disparo hacía que el cuerpo de Anastasio Somoza se moviera... Al agotar el cargador del M- 16 ya estaba Santiago a mi lado en condiciones de disparar el lanzagranadas... La granada dio en el centro del vehículo y estuvo claro que la misión estaba cumplida. Santiago me preguntó: "¿Le pegué?", a lo que respondí: "Lo destrozaste".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_