Ustinov denuncia la doctrina del 'primer golpe nuclear' de Estados Unidos
La doctrina del primer golpe nuclear es la dominante en Washington, y la creación de armas y fuerzas estratégicas está subordinada a la posibilidad de llevarla a la práctica, afirmó ayer el ministro de Defensa de la URSS, mariscal Dimitri Ustinov.En una extensa entrevista a los medios de Prensa soviéticos, difundida ayer por la agencia oficial Tass, Ustinov, también miembro del Politburó del Partido Comunista de la URSS, subraya que ante esa situación es "totalmente inadmisible arriesgar el trabajo pacífico de los países socialistas".
"Conocemos", añade, "la política de los imperialistas, su actitud ante los países socialistas, y por eso responderemos y respondemos militarmente, con la esperanza de disuadir de atacarnos al potencial agresor.
Ustinov dice al mismo tiempo que la URSS "jamás ha amenazado a nadie" y que las acusaciones occidentales en contrario son con el fin de distraer la atención de los pueblos de la real amenaza que representan la Administración Reagan y algunos de sus aliados de la OTAN".
La Unión Soviética, aseguró, mantiene su capacidad militar "al nivel necesario para su defensa y la de los países del Pacto de Varsovia", con un equilibrio que "fue reconocido por tres presidentes estadounidenses: Nixon, Ford y Carter.
El dirigente soviético acusa luego a Estados Unidos de continuar con su política de corte militarista y rechazar toda propuesta dirigida a normalizar la situación internacional.
En cuanto al emplazamiento de los euromisiles en Europa, el ministro de Defensa de la URSS reitera la posición soviética de que no habrá acuerdos si no se tienen en cuenta los arsenales nucleares de Francia y en el Reino Unido.
En ese sentido la emprende duramente contra quienes en Occidente hablan en los últimos tiempos de "intransigencia" soviética en el tema, afirmando que lo que se está exigiendo son "concesiones unilaterales" por parte de la Unión Soviética.
Lo mismo ocurre, según Ustinov, en materia de armamentos estratégicos, donde existe una "paridad", que Estados Unidos intenta romper con la fabricación de los MX y los Trident.
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