La Generalitat pone en marcha un programa para automatizar las minicentrales hidroeléctricas

El departamento de Industria y Energía de la Generalitat de Catalunya ha puesto en marcha la semana pasada un programa para modernizar las minicentrales hidroeléctricas que jalonan, en número de 5%, el curso de varios ríos industriales del Principado. El objetivo es estimular a los propietarios de estos saltos de agua para que los automaticen, aprovechando los beneficios que ofrece la Ley de Conservación de la Energía, de 1980, para ahorrar energía producida con petróleo.

El ahorro calculado por el departamento que preside Vicenç Oller, en la hipótesis de que se lograse modernizar la totalidad de las minicentrales existentes, alcanzaría los 300 millones de kilowatios/ hora, es decir, el 6,7% del total de la energía hidráulica producida en Cataluña en 1980 (4.462 millones de kw/h). El valor de sustitución de la nueva energía respecto al petróleo llegaría anualmente a 2.000 millones de pesetas, para una inversión global de aproximadamente 5.000 millones de pesetas.El programa ahora aprobado, y adjudicado a la firma de servicios Hidrowat S. A, en concurso con otras cuatro, tiene un año de duración y constituye una primera fase de modernización, que puede afectar a 140 de las mencionadas instalaciones. La función de la Administración autónoma, a través de la concesionaria, es informar a los propietarios de los saltos, de las ventajas que reporta su transformación y estimularles a la realización de las inversiones necesarias.

El proyecto parte de la base de que de las 500 pequeñas centrales existentes, -construidas en su mayoría junto a los ríos Ter, Llobregat y Cardoner, en el siglo pasado, para proporcionar energía a la industria textil- hay 350 que tienen una mínima infraestructura y pueden producir anualmente más de 175.000 kw/h. De ellas, sólo un 10% funcionan a pleno rendimiento; un 30% están paradas, y un 60% trabajan a bajos rendimientos.

Estímulos a la inversión

El argumento básico utilizado por el departamento de Industria y Energía para estimular a los propietarios a la inversión estriba en las posibilidades que ofrece la Ley de Conservación de la Energía, particularmente la disposición según la cual se autoriza a verter en la red de las compañías distribuidoras el sobrante de energía no utilizado por el propio productor, e incluso la producción de energía en los pequeños saltos con el único fin de venderla a las compañías. Para dichas operaciones existe una tarifa fijada, la E-3-1, que actualmente se cifra en 4,55 pesetas-kw/h.Otros estímulos a la inversión en la automatización y mejora de los pequeños saltos -que individualmente es de muy pequeña dimerisión- son, según ha puesto de relieve el conseller Vicenç Oller, el posible apoyo de las instituciones financieras, al ser computables en los coeficientes de las Cajas y existir buena predisposición del Banco de Crédito Industrial; la posibilidad de acogerse al prirner aval de la CARIC (Comisión de Ayuda a la Reconversión Industrial de Cataluña), al haberse declarado por la Generalitat "sector en reconversión" el de las minicentarles; y la subvención oficial del 30% del coste de los servicios técnicos que diseñen cada proyecto.

En el programa se prevé el estudio y visita a un mínimo de 140 saltos. Se estima que sólo con que veinte de ellos se automatizasen, se lograría un rendimiento suplementario de 20 millones de kw/ año, lo que implicaría un ahorro directo de 140 millones de pesetas en petróleo.

Las razones que han impulsado a la Administración autónoma a aplicar este programa (que tiene un coste de 17 millones) son, entre otras, estimular la inversión, ahorrar petróleo y divisas, y apoyar indirectamente el proceso de reconversión industrial de las tradicionales cuencas textiles. El aprovechamiento y mejora de sus antiguas instalaciones en lugares geográficamente convenientes puede suscitar la instalación de nuevas industrias de tipo medio, como fabricación de oxígeno, baños galvánicos o extrusión de plásticos. En medios técnicos se estima que dicha experiencia puede ser trasladable a otras zonas geográficas, especialmente de la España periférica y húmeda.