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Figueiredo abandona temporalmente, por enfermedad, la presidencia de Brasil

El presidente brasileño, Joáo Figueiredo, ha pedido formalmente al Congreso Nacional licencia por tiempo indeterminado para someterse a tratamiento cardiológico en Estados Unidos.Cuando sufrió un infarto, en 1981, Figueiredo solicitó licencia al Congreso por 15 días, pero entonces las preocupaciones políticas eran normales. Ahora, con el corazón seriamente dañado y ocupando claramente la posición de principal garante del proceso democrático, el abandono por Figueiredo del poder durante varios meses sobresalta a los militares y a la clase política.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que Figueiredo mantiene las riendas del poder militar y político, pero que su abandono temporal de la presidencia en estos momentos, con la sucesión a la jefatura del Estado y la crisis económica provocando terremotos políticos semanales, puede crear un vacío de poder peligroso.

El vicepresidente brasileño, Aureliano Chaves, que fue confirmado ayer por los ministros militares como presidente interino, reaccionó emocionalmente al saber que tendrá que sustituir a Figueiredo. "El momento es terrible", declaró. Chaves considera que en los próximos meses en que va a ocupar la jefatura de Estado se puede esfumar su posibilidad de ocupar la presidencia en 1986.

La tensión política alcanza niveles altísimos. El ministro del Ejército del Aire, brigadier Delio Jardím de Matos, que ejerce la función de coordinador político de Figueiredo en el seno de las fuerzas armadas, contestó airadamente a un periodista sobre la posibilidad de una Junta Militar. Jardím dijo que no era un payaso "para quedarme defendiendo la legalidad democrática durante cuatro años y ahora formar parte de una Junta Militar".

De cualquier forma, la opinión pública está sufriendo la gran presión de la crisis económica, y las manifestaciones contra el Gobierno se suceden frente al Congreso Nacional.

La decisión de Figueiredo fue tomada cuando ya no aguantaba más los dolores en el pecho. Últimamente, los exámenes rutinarios que se le hacen presentaban signos preocupantes. Cuando se mueve mucho o se queda tenso, Figueiredo comienza a sudar y temblar.

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