Jesús Aliagas,

alcalde socialista de la localidad soriana de Ucero, sancionó a una tía suya y a un concejal independiente de su Ayuntamiento con multas de 2.100 y 2.500 pesetas, respectivamente, por tener las gallinas sueltas en la vía pública. Aliagas había advertido días antes al vecindario, mediante bando municipal, que sancionaría a quienes tuvieran sueltas las gallinas por el pueblo. Sin embargo, dos vecinos de Ucero, en este caso su propia tía y un compañero del Consistorio, no acataron la orden, por lo que, ni corto ni perezoso, el alcalde Aliagas decidió imponer las citadas multas, que deberán abonar en un plazo de ocho días.