Los funcionarios y las lenguas
En esta misma sección se recogió un escrito de Mario Moreno, quien esgrimía una serie de razones sobre las condiciones de acceso al funcionariado en distintas nacionalidades bilingües del Estado. Creo que el trabajo de funcionario no es un empleo normal y corriente en el que se produce a cambio de un salario equitativo y se acaba todo. En el trabajo de funcionariado lo principal es prestar un servicio a la comunidad con la que se compromete, y lo accesorio es que se de un empleo a un número determinado de individuos para que puedan sacar adelante a sus familias. Todas estas consideraciones vienen al caso porque sí para prestar ese servicio hace falta saber catalán, vasco o inglés, Arquitectura, Ingenería, Genética o Filología malaya, sólo los ciudadanos del Estado que cumplan estos requisitos podrán acceder a dicho puesto. Sería ilógico pensar que yo me considerase discriminado para el acceso a un puesto en nuestra embajada en Alemania por no conocer la lengua germana, puesto que al hablarse ésta habitualmente allí yo no podría realizar el servivio que se requiere. Pues lo mismo pasa en Cataluña, Euskadi o Galicia, donde son oficiales, además del castellano, el catalán, el euskera o el gallego. En cuanto a sus esperanzas de hacer las Américas para escapar de este criterio, tengo el gusto de informarle que si el país elegido es Perú o Paraguay, además de mi queridísima lengua materna, el castellano, deberá usted conocer el quechua o el guaraní, respectivamente, por ser allí lenguas oficiales./
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