La policía irrumpe en los locales del diario 'La Voz' de Buenos Aires

El periódico argentino La Voz, identificado con la izquierda peronista, que había presentado el lunes las pruebas de la venta de un cargamento de armas del Ejército argentino al de Honduras por un valor superior a los cuatro millones de dólares, fue investigado ayer por la policía.La operación, que se prolongó durante seis horas, fue realizada por 15 agentes de paisano, que dijeron pertenecer a la División de Delitos Económicos y a la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal argentina. La orden de entrada en los locales fue firmada por el juez Nicasio Dibur, quien actúa en la causa relacionada con la denuncia hecha por la Junta Militar contra ese periódico.

Los jefes de inteligencia de las tres fuerzas armadas habían acusado a La Voz de ser el órgano de "adoctrinamiento y difusión del Movimiento de Intransigencia y Movilización, corriente interna del peronismo, montado y mantenido por la organización terrorista Montoneros".

La policía investigó los supuestos orígenes inciertos de los fondos que financian la edición del periódico, revisó las mesas de trabajo de los redactores y secuestró toda la documentación de archivo sobre los derechos humanos.

El doctor Vicente Saadi, editor de La Voz y líder del Movimiento de Intransigencia y Movilización, que había presentado una querella contra los comandantes en jefe de las tres fuerzas armadas, solicitó en su momento la exclusión del juez de la causa. Según informaciones periodísticas no desmentidas, el juez había visitado a los tres miembros de la Junta Militar antes de comenzar su actuación.

Se confirmó ayer que otro juez federal, el doctor Salvi, ordenó "auto de prisión y captura" contra el almirante Emilio Massera, ex miembro de la Junta Militar que derrocara al Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, en marzo de 1976. La medida fue comunicada al comando en jefe de la Marina argentina y a la Policía Federal, aunque su aplicación inmediata no podrá hacerse efectiva, puesto que Massera se encuentra probablemente en Río de Janeiro, después de su entrevista con la viuda de Perón.

La acusación de "encubrimiento de asesinato" contra Massera se relaciona con la desaparición y muerte del empresario Fernando Branca, ocurrida en abril de 1977.