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Reportaje:

El Indiano, primer desafío jornalero al Gobierno socialista

El Indiano ha sido uno de los pilares de la información periodística durante la semana. A esta finca, situada en el término municipal de Montellano (Sevilla), pero más próxima a Puerto Serrano (Cádiz), le tocó por azar ser la primera de las fincas de antigua propiedad de Rumasa que los jornaleros del SOC ocupaban para poner en explotación por su cuenta y riesgo, sin querer demorar por más tiempo la decisión del Gobierno respecto al futuro de las antiguas tierras de Rumasa.

La sierra del SOC

Si se escogió El Indiano fue, sin duda, por su proximidad a Puerto Serrano, uno de los pocos pueblos de Andalucía donde el activo y singular Sindicato de Obreros del Campo está en gran auge. Puerto Serrano, Marinaleda, Los Molares y Los Corrales son los únicos pueblos de Andalucía donde la Candidatura Unitaria de los Trabajadores (CUT), que representa el mismo movimiento que el SOC, obtuvo alcalde. Son cuatro municipios y 53 concejales en toda Andalucía, más algunos que otros conseguidos en candidaturas independientes y de posturas próximas. Son, quizá, no más de 800 o 1.000 jornaleros en disposición de movilizarse, respaldados por un total de 10.000 personas, si es que llega. Pero pese a su corto número, que permite que las secciones del campo de CC OO y UGT les miren por encima del hombro, el SOC consigue cosas, gracias a su imaginación, a su constancia casi fanática y a su capacidad para razonar en negociaciones a pesar de que sus posiciones de partida resulten utópicas generalmente para el interlocutor. Y a lo largo de esta semana, el SOC ha conseguido agilizar la decisión del Gobierno en lo que a las fincas de Rumasa se refiere y al mismo tiempo llamar la atención de la opinión pública hacia la situación del campo andaluz, donde existen 200.000 jornaleros sin trabajo y el 50% de la tierra está en manos del 2%.

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Las tierras de Rumasa

Al hacerse cargo del patrimonio de Rumasa, el Gobierno se encontró en sus manos con una relación de 34 fincas. Una de ellas, La Almoraina, inmensa, de 14.000 hectáreas. Entre las otras 33, suman 6.701 hectáreas, y cabe dividirlas en dos grandes bloques: las que corresponden al marco de Jerez y alimentan con su uva las bodegas del holding, y las restantes, susceptibles de cualquier tipo de explotación agrícola independiente del negocio de las bodegas. Son, desde la expropiación de Rumasa, tierras del Estado, tierras de todos. El Indiano, entre Montellano y Puerto Serrano, y en un ámbito dominado por el SOC, que en general tiene su mayor fuerza en estos pueblos de la sierra sur de Sevilla y límite de la provincia con Cádiz, tiene 294 hectáreas, con posibilidad de regadío, por la vecindad del río Guadalete. En opinión de expertos, aumentando el regadío a toda la zona en que es posible, lo que se haría sin dificultad, e introduciendo algún cultivo de los conocidos como sociales, es, decir, que necesitan abundante mano de obra, esta finca podría alimentar a 20 familias. Hoy la fina está prácticamente abandonada. Un treintena de vacas que pastaban por el monte que incluye la finca era prácticamente todo lo que había.

La decisión de los hombres del SOC, que encabezan Francisco Casero y Juan Manuel Sánchez Gordillo, este último alcalde de Marinaleda, de ocupar la finca fue contemplada por la Administración con tranquilidad en un principio. Pero el eco que tuvo en la Prensa y el hecho de que comenzaran a explotarla por su cuenta y de acuerdo a sus propios planes obligaron al gobernador civil de Sevilla a intervenir. Los jornaleros fueron retirados, sin oponer otra resistencia que la meramente pasiva, y al día siguiente volvieron a entrar, para ser expulsados de nuevo.

Un futuro de colectivización

Entre tanto, exponían sus argumentos a quienes querían escucharles, que eran muchos, porque los medios de comunicación se han acercado con frecuencia a El Indiano esta semana: "Es un insulto que esa tierra esté abandonada y nosotros sin trabajo. Es un insulto que se nos pague el paro comunitario por no hacer nada, cuando podemos cobrarlo por hacer algo productivo en una tierra que es de todos. Es un crimen que las nuevas generaciones de andaluces pierdan el oficio del campo y se acostumbren a ser unos vagos mientras hay tierras que no producen. Es un absurdo pensar que un Gobierno socialista va a dejar pasar una oportunidad histórica así de iniciar unas experiencias piloto para ver el funcionamiento de fincas puestas en explotación por cooperativas de jornaleros".

El viernes por la tarde, el delegado del Gobierno en Andalucía, Leocadio Marín, recibía, en presencia de los gobernadores civiles de Sevilla y Cádiz, a cuatro representantes del SOC, entre ellos a los citados Francisco Casero y Sánchez Gordillo, y anunciaba oficialmente la decisión del Gobierno respecto a las fincas. La Almoraina queda en manos del IRYDA y tendrá un tratamiento distinto. Las fincas cuya explotación está ligada a las bodegas merecerán un tratamiento especial, pero no es seguro que sean reprivatizadas. Las que no están en este caso permanecerán en poder del Estado y su explotación se hará en cooperativa o se permitirá a los jornaleros el acceso a su propiedad.

Ahora, una comisión en la que estarán representados todos los sindicatos del campo y el propio Gobierno estudiará una por una las fincas y la mejor forma de ponerlas en explotación. Al propio tiempo, los jornaleros esperan que se organicen cursillos de capacitación para que la última generación de jóvenes del campo, que aún no ha adquirido el oficio, porque lo único que ha hecho, a cambio de las pesetas del paro agrícola, ha sido limpiar cunetas o plantar arbolillos, aprenda a cultivar la tierra.

Puesta en marcha de regadíos, cultivos sociales, posibilidad de instalar invernaderos, estudios sobre explotaciones de: gran éxito en Israel, donde se han conseguido nueces que se cascan con la mano, naranjas extraordinariamente fáciles de pelar o pavos de excelente rendimiento. Todo son proyectos ahora entre estos jornaleros que ayer celebraron una concentración en Puerto Serrano para estudiar la situación. Evidentemente, la expropiación de Rumasa ha proporcionado una oportunidad interesante para iniciar una reforma agraria en Andalucía, donde son muchos los que piensan que no cabe recuperación económica que no esté basada en una explotación racional del campo. Escuredo habló recientemente en Ronda de reforma agraria, no en el concepto clásico de "la tierra para el que la trabaja", sino en el sentido de una explotación racional, tendente a obtener el mejor rendimiento posible con el mayor número de puestos posibles. Ahora existe un campo libre donde iniciar esta experiencia, y el futuro próximo se adivina interesante.

Fincas de Rumasa

La relación de fincas de Rumasa, con su extensión en hectáreas, que figura junto al nombre entre paréntesis y su localización, es la siguiente: El Carrascal (413), Córdoba; La Torre, (179), Almodóvar del Río; El Oidor (344), Carmona; El Suero (234), Jerez; La Merced (280), Arcos; Cantarijan (116), Almería; Los Ranchiles (1.077), Jerez; El Calvario (266), Jerez; La Florida (610), Jerez; La Blanca (234), Lucena; Las Conchas (209), Jerez; El Cuervo de Oro (20), Jerez; Nuestra Señora del Valle (21), Jerez; La Trinidad (35), Jerez; Ledesma (37), Sanlúcar de Barrameda; San Patricio (27), Rota; La Panesa (33), Jerez; Casabón (30), Jerez; Miriman de Montesil (109), Jerez; Santa Lucía (360), Jerez; El vigarrón (49), Jerez; El Toro (20), Puerto de Santa María; Almocaden (29), Jerez; El Álamo (29), Jerez; El Telégrafo (60), Jerez; Lomo del Álamo (116), Jerez; La Romana (625), Utrera; El Indiano (294), Montellano; El Toril (497), Carmona; Ventanalto (34), Carmona; El Merchante (71), Palma del Río; Los BreZnales (119), El Ronquillo; Montemedio, (124), Vejer de la Frontera; La Almoraina (unas 14.000), Castellar de la Frontera.

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