Un consumo de drogas similar al de Nueva York
El contrabando a través de la frontera de Irún, de la margen del río Bidasoa y de los puertos guipuzcoanos es en la mayoría de los casos un negocio estabilizado, cuyo volumen alcanza anualmente cifras astronómicas que nadie se aventura a delimitar. La falta de efectivos y de medios técnicos suficientes, unida al desarraigo de los funcionarios y guardias civiles impide, en opinión de algunos responsables, el logro de mayores niveles de eficacia.En una frontera como la de Irún, con un tráfico de vehículos extraordinario y una recaudación anual que superó el pasado año los 36.000 millones de pesetas, falta por cubrir un 40% de la plantilla. Los funcionarios y guardías civiles solicitan el traslado al poco tiempo de llegar a este destino, con lo que buena parte del personal se encuentra permanentemente en período de adaptación y aprendizaje.
Los estupefacientes y el tabaco rubio americano son mercancías habituales de contrabando, sin olvidar los equipos de música, aparatos de vídeo, radios y televisiones. El contrabando tiene que ver cada vez menos con el estraperlo pintoresco y familiar y hoy parece patrimonio de las grandes redes internacionales. Por Guipúzcoa atraviesa un doble tráfico de drogas, lo que sin duda contribuye a explicar el hecho de que esta provincia marque un índice de consumo de estupefaciertes similar al de una ciudad como Nueva York. Las drogas suaves viajan en dirección al centro y al norte de Europa, procedentes de países africanos y la droga dura baja desde Amsterdam o Hamburgo a abastecer a la península y a otros mercados. El volumen económico de la droga requisada en la frontera de Irún ascendió el pasado año a mil millones de pesetas.
El tabaco americano penetra de forma prácticamente regular y ha establecido ya su propia red de distribución paralela en Euskadi. La captura más espectacular, con un montante de 500 millones de pesetas, fue llevada a cabo en Orio en los primeros meses del pasado año, cuando la Guardia Civil sorprendió la operación de descarga de un barco que contenía miles de cartones de tabaco. En la operación estaban involucrados, al parecer, miembros de partidos políticos, pero este dato no dio pie al escándalo: el contrabando es considerado más un negocio atípico que un delito social.
Parecida estabilidad demuestra el tráfico de equipos de música y televisores en color. Cualquiera puede dirigirse a vino de tantos establecimientos de Hendaya, Bayona, San Juan de Luz y adquirir un aparato con el compromiso por parte del vendedor de que le será entregado en su domicilio de San Sebastián o de cualquier otro punto de la provincia. A cargo de los gastos de transporte y el paso de frontera, el vendedor exige un porcentaje que habitualmente oscila entre el 8 y el 10%, del valor de la mercancía vendida. El sistema ofrece en la práctica una garantía absoluta y el comprador se evita pagar el 80%. delvalor del aparato con que la aduana española grava estas mercancías. Un guardia civil fue detenido en Navarra hace dos años y procesado acusado de corrupción.
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