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El PSOE afirma que la alternativa presupuestaria del grupo de Fraga aumentaría el déficit en 269.000 millones de pesetas

Una dura crítica al déficit público por parte del diputado del Grupo Popular Pedro Schwartz se produjo ayer en la primera jornada del debate de los Presupuestos Generales del Estado para 1983 en el Pleno del Congreso. El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, rechazó la identificación del gasto público con la presión fiscal. Por el grupo socialista, Francisco Fernández Marugán desmontó las críticas aliancistas al cuantificar la alternativa presupuestaria del grupo de Fraga, cuyos incrementos de gastos y reducciones de ingresos conducirían, según dijo, a elevar el déficit público en 269.000 millones.

Fernández Marugán señaló que, junto a las invocaciones de deducción del déficit, las enmiendas del Grupo Popular significaban un fuerte incremento del gasto público, como consecuencia, entre otras partidas, del fuerte aumento de las retribuciones a las Fuerzas Armadas y a otros funcionarios. Junto a ello, la alternativa global de los aliancistas reduce sustancialmente los ingresos públicos, lo que conduciría, según el diputado socialista, a un aumento del déficit presupuestario cifrado en 269.000 millones de pesetas.Las cuentas realizadas por Fernández Marugán son las siguientes. Los presupuestos del Gobierno para 1983 tienen un total de gastos superior a los 4.513.000 millones de pesetas y un total de ingresos superior a los 3.402.000 millones de pesetas. La resta de ambas cifras arroja un déficit superior a 1.111.000 millones de pesetas, lo que representa el 4,9% del Producto Interior Bruto. La alternativa del Grupo Popular significa, en cambio, según los cálculos del diputado citado, una cifra de gastos superior a los 4.729.000 millones de pesetas y un total de ingresos superior a los 3.350.000 millones de pesetas. La resta arroja un déficit de 1.379.000 millones de pesetas, equivalente al 6,1% del Producto Interior Bruto.

Pedro Schwartz consideró hábil la respuesta parlamentaria de Fernández Marugán, al cuantificar las diferentes enmiendas presentadas, y alegó que su grupo carecía de los medios técnicos del Ministerio de Hacienda, a diferencia del PSOE. Rechazó la pretensión socialista de acusar de incoherencia al Grupo Popular entre sus palabras y sus propuestas concretas, que apuntaban, según dijo, a la existencia de conflictos dentro del Grupo Popular que, según él, no se producen.

Schwartz insistió, en todo caso, en que el Grupo Popular había propuesto una reducción lineal del gasto público superior al 4%. Fernández Marugán le constestó que la reducción lineal de una magnitud presupuestaria es una técnica demasiado ruda. Por el contrario, aseguró que los presupuestos deben entenderse globalmente y que, cuando se pide el reconocimiento de derechos a una serie de funcionarlos de distintas administraciones, tales propuestas han de trasladarse, cuantificadas, a las distintas secciones de los presupuestos.

Los males del déficit

Pedro Schwartz había comenzado su intervención explicando la estrategia de su grupo de agrupar en grandes temas el debate presupuestario, para una mejor comprensión de los ciudadanos. Entrando en la parte que le correspondía, dijo que el déficit presupuestario no debe combatirse aumentando los impuestos, sino reduciendo los gastos, en la línea de las reducciones introducidas por el ministro de Economía y Hacienda sobre las propuestas presentadas por los restantes departamentos. Afirmó que el déficit es malo porque han de pagarlo todos los españoles, ya que "no vienen los Reyes Magos el día 6 de enero a abonarlo".

Destacó que el déficit es malo en todo caso, tanto si se financia por el Banco de España, porque produce una inflación muy rápida, como si se financia con la deuda interior, porque en este caso suben los tipos de interés, lo que repercute en la no creación de empleo, como si se financia mediante la deuda exterior, en cuyo caso se detendría la exportación. Insistió en que el gasto público se corresponde con los impuestos, por lo que si, además, se gasta mal, se están despilfarrando los impuestos de los ciudadanos.

Criticó las referencias socialistas a la herencia recibida, cuando, desde la oposición, el PSOE siempre consideró que era escaso el déficit en los presupuestos presentados por los gobiernos de UCD. En este sentido, recordó que el actual ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, propuso el año pasado incrementar un déficit que ya era superior a los 400.000 millones de pesetas, hasta los 700.000 millones de pesetas. De ahí dedujo que no es sincera la afirmación del Gobierno socialista sobre la contención del déficit público.

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, reconoció que los socialistas no tienen horror ni pánico al déficit, como parece ocurrirle al Grupo Popular. En cambio, consideró que el déficit es un elemento útil de la política económica. En cuanto a las peticiones de aumento de déficit por parte del PSOE en la oposición, recordó que posteriormente la realidad superó las previsiones socialistas, y en todo caso, estimó que la colaboracién con UCD había sido mayor peor parte de los diputados del grupo de Schwartz, afirmación que provocó murmullos en el hemíciclo.

Boyer negó que el déficit coincida con los impuestos, ya que el gasto público no equivale siempre a la presión fiscal, y como ejemplo citó las transferencias que no repercuten sobre la sociedad. Rechazó, como contraria al sentido común, la teoría del Grupo Popular según la cual el déficit es conveniente en años de coyuntura buena. Frente a dicha teoría, el Gobierno, siguiendo la doctrina de Keynes, según Boyer cargada de sentido común, estima que el déficit presupuestario es más riecesario en una situación econórnica deteriorada como la actual.

Boyer critica a EE UU

El ministro de Economía y Hacienda criticó la política presupuestaria de los Estados Unidos, lo que le valió una recriminación por parte de Pedro Schwartz, quien calificó de contradicción criticar a un gobierno que mantiene un alto déficit presupuetario, "y no escuchar nuestros argurrientos, contarios al déficit presupuestario español. Aplíquese el cuento".

Boyer contestó que el déficit del país más poderoso del mundo es cubierto con el ahorro de los países menos desarrollados. Asimismo, resaltó los gastos discriminados y desorbitados de armamento por parte de Estados Unidos, mientras se recortan los gastos sociales. Estimó que tal situación no es comparable con la del presupuesto español, que atiende a la modernización de las fuerzas Armadas, pero no recorta los gastos sociales,

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