El secuestrado cree haber estado oculto en el barrio madrileño del Pinar de Chamartín

Diego Prado cree haber estado secuestrado en el barrio del Pinar del Chamartín, área situada al norte de Madrid no lejos de la estación ferroviaria de igual nombre, y que goza de unas vías excepcionales de comunicación, toda vez que se encuentra junto al cinturón periférico M-30 y la calle Arturo Soria, que atraviesan de norte a sur la capital madrileña, con fáciles accesos hacia la zona este, donde apareció.

La citada zona, poblada de altas torres y chalés, no fue sometida una operación de peinado, al contrario de la no lejana barriada del Pilar. Fuentes de la Policía coinciden en la posibilidad de que Diego haya permanecido retenido en el área que él supone, o en zonas colindantes, entre la misma y el barrio del Pilar.Precisamente en la mañana del pasado viernes la Policía recibió una llamada anónima alertándoles a seguir sus pesquisas en el área compendida entre el Barrio del Pilar y el Pinar del Chamartín, según fuentes policiales. Interior llegó a considerar la posibilidad de efectuar una operación de registro selectivo de dicha área, para no incurrir de nuevo en la realización de una operación de carácter tan masivo y espectacular como la emprendida en abril en el barrio del Pilar, al norte de Madrid, que levantó gran polémica. La falta de mayor concreción sobre la pista y el temor de reabrir dichas críticas hicieron que Interior desistiese finalmente de ejecutar dicha operación. Para entonces, según fuentes policiales, la familia Prado ya había llegado a un acuerdo económico con la organización terrorista ETA Militar, autora del secuestro.

La familia de Prado, según fuentes policiales, a fin de respetar la intención de Interior de perseguir la figura del intermediario clásico, aunque no así las de los familiares que obren por motivaciones sentimentales directas, no ha recurrido en ningún instante a abogados como intermediarios y ha preferido ejercer la mediación a través de los propios miembros de la familia o allegados. La familia Prado llegó a confesar en algún momento que la presión policial consiguió obstaculizar totalmente los canales de negociación con ETA.

En la mañana de ayer, Manuel de Prado se entrevistó con el ministro del Interior, José Barrionuevo, para relatarle los pormenores de la liberación de su hermano. Diego Prado, que se recupera psíquica y físicamente en su domicilio, deberá acudir en breve al Juez para aportar su testimonio. Barrionuevo afirmó ayer en une entrevista radiofónica que la Policía había estado cerca del lugar del secuestrado, y manifestó que el peinado del Pilar tuvo consecuencias importantes, por lo que se mostró partidario de repetir operaciones similares. "De lo que me arrepiento", agregó, "es de no ser capaz de darle una mayor eficacia todavía a los servicios policiales", aunque precisó que la Policía con su "cerco psicológico" había contribuido al feliz desenlace.