Las cajas rurales y el Banco de Crédito Agrícola formarán un grupo con 800.000 millones de recursos
La asociación pactada el pasado viernes entre las cajas rurales y el Banco de Crédito Agrícola (BCA) prevé la formación de un "grupo". El "grupo asociado" se volcará en la financiación al campo, con recursos próximos a los 800.000 millones de pesetas, equivalentes a los de algunos de los siete grandes bancos, aunque el número de sucursales superará a cualquiera de ellos. Si bien el acuerdo ha sido criticado por la oposición aliancista, e incluso por medios competentes en su ratificación, ha trascendido que fue impulsado por el propio presidente del Gobierno, Felipe González. Cada una de las 130 cajas tendrá libertad para suscribirlo, pero el BCA espera que lo hagan todas.
Las críticas desde la oposición reflejan reticencias despejadas durante las negociaciones y han procedido de un diputado del Grupo Popular, quien ha interpelado por escrito al ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, sobre si estamos ante un proyecto de nacionalización, según fuentes del BCA. Desde el Gobierno, la Administración y el propio crédito oficial, personas de influencia han expresado recelos, especialmente por la penetración que tendrán las cajas rurales y sus dirigentes en un organismo del crédito oficial.El convenio-marco, que dibuja una agrupación similar al Crédit Agricole francés -la primera entidad financiera de Europa y la tercera del mundo- será ratificado la próxima semana por el Consejo del BCA y, probablemente antes de quince días, por el Instituto de Crédito Oficial, según fuentes informadas. También en cada caja rural debe ser aprobado por el consejo rector. La comisión de las cajas que participó en las negociaciones aseguró que se sumarían al mismo las 49 entidades de carácter provincial. En medios del BCA se espera que hagan lo mismo las cajas comarcales y locales. Una vez cubiertos estos pasos, los convenios individuales entre el Banco y las 130 cajas existentes pueden empezar a ser firmados hacia finales de junio. En principio, habrá un plazo de seis meses.
Agrupación voluntaria
Fuentes del BCA han reiterado que la asociación es voluntaria y que cada caja conservará su personalidad jurídica y autonomía de gestión. Pero esperan que, debido a las numerosas ventajas previstas, ninguna entidad quede al margen. Una de ellas será que las cajas propondrán al Gobierno la designación de cuatro de los nueve consejeros del banco, y que las entidades en dificultades tendrán oportunidad de sanearse mediante un plan concertado.
Pero las contrapartidas más atractivas consistirán en poder repartir entre la clientela las dotaciones anuales de crédito oficial para el sector primario (incluidas las líneas de crédito subvencionado pactadas con cargo a los Presupuestos del Estado con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), así como empezar a dar préstamos a personas del medio rural que no sean cooperativistas.
Hasta ahora, las cajas rurales tenían limitada su actuación a socios de las mismas o a cooperativas agrarias. Sin embargo, invertían buena parte de sus excedentes de tesorería en el mercado interbancario o en líneas negociadas con otras entidades de ahorro, a tipos de interés más estables y no tan elevados como en dicho mercado. Estos recursos, que se desviaban del campo y desnaturalizaban los fines de las cajas, volverán al medio rural. "Mejorar los canales financieros que atienden al agricultor, a las cooperativas del campo, a la industria agroalimentaria y al medio rural" es, precisamente, la primera declaración de objetivos que aparece en el convenio.
Para ello, una de las medidas pactadas es que, en el plazo de seis meses, se integren en el Banco de Crédito Agrícola los servicios monetarios de la Caja Rural Nacional. En el primer año pueden suponer entre 70.000 y 90.000 millones de pesetas. La mayor parte -se estima, al menos, de 40.000 a 50.000 millones de pesetas- procederá del 25% de la tesorería semanal, que las cajas depositarán como mínimo en el banco. Otros 3.000 ó 4.000 millones, que en el futuro pueden ascender anualmente a 10.000 ó 12.000, saldrán del 2,5% de los pasivos, destinado al fondo de liquidez de las cajas. El actual Fondo de Reserva para Riesgos de Insolvencia aportará 3.000 millones más. Y otros 20.000 procederán del coeficiente de inversión obligatoria, del cual la mitad está en metálico y el resto invertido en valores (en el futuro las cajas suscribirán títulos de renta fija emitidos por el BCA).
Excedentes de tesorería
Los 50.000 millones de excedentes de tesorería, que rendirán intereses objeto de pacto periódico entre BCA y cajas, serán administrados y gestionados por un comité paritario de seguimiento cajas-BCA. Según fuentes del Banco, se procurará que los tipos de interés sean remuneradores e incluso superen a los rendimientos actuales. Con ellos se crearán dos líneas de liquidez para las cajas.,
La primera, consistente en créditos de disposición automática, atenderá las necesidades ordinarias, derivadas muchas veces de las campañas estacionales, cuando las cooperativas agrícolas o los agricultores necesitan grandes sumas de dinero para pagar salarios, materias primas o maquinaria. La segunda se destinará a necesidades extraordinarias y, como la anterior, estará condicionada al nivel de depósitos en el banco durante los periodos en que se producen flujos inversos (agricultores y cooperativas depositan ingresos por venta de sus productos).
Otras finalidades de dichos recursos serán cubrir las necesidades que excedan los anteriores límites y facilitar préstamos directos o a través de las cajas. Los tipos de interés de las dos primeras líneas de liquidez estarán relacionados con los rendimientos de los certificados de regulación monetaria que emite el Banco de España, y la de los préstamos, los habituales de las cajas.
Descentralizar el crédito oficial
En contrapartida, el Banco de Crédito Oficial multiplicará por siete u ocho, desde el primer momento, los préstamos realizados a través de las cajas, que ahora suponen 6.000 ó 7.000 millones de pesetas al año. La cartera de créditos del BCA, concedidos últimamente al 11%, ronda los 200.000 millones de pesetas y crecerá en tomo al 15% este año, cuando los nuevos créditos aumentarán casi en 70.000 millones.
Con la asociación, serán descentralizados y elevados los topes de estos créditos, de forma que los agricultores no tengan que personarse dos o tres veces en Madrid, para lo cual las cajas recibirán apoderamientos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Gestión empresarial
- Política bancaria
- Consejo administración
- ICO
- Banco de Crédito Agrícola
- Política económica
- Política agraria
- Cajas ahorro
- Tipos interés
- Presidencia Gobierno
- Créditos
- Servicios bancarios
- Gobierno
- Empresas
- Banca
- Administración Estado
- Agricultura
- Política
- Finanzas
- Agroalimentación
- Administración pública
- Economía