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Urgente viaje de Fernando Morán a Guinea Ecuatorial tras el fallido golpe de Estado en la ex colonia

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, emprende hoy viaje a Guinea Ecuatorial tras haberse hecho público un abortado intento de golpe de Estado, que tuvo lugar en la segunda semana de mayo -hacia el día 10- y perseguía el derrocamiento del régimen del presidente Teodoro Obiang. Según fuentes diplomáticas, el Gobierno ecuatoguineano exige la entrega inmediata del sargento Venancio Miko, uno de los 100 detenidos después de que fuera descubierta la conspiración, que logró escaparse cuando estaba siendo interrogado y que consiguió refugiarse en la Embajada de España en Malabo. Las mismas fuentes aseguran que el golpe estaba preparado por miembros de la burocracia política y el Ejército y que los embajadores en las Naciones Unidas (Florencio Mayé) y en la Organización para la Unidad Africana (Félix Mba) pudieran estar implicados. Las mismas fuentes acusan también a Bonifacio Nguema, ex vicepresidente y ex ministro de Exteriores con Francisco Macías, y que llevaba un cierto tiempo arrestado por las autoridades. Algunos apuntan una hipotética inspiración soviética en la abortada intentona golpista, toda vez que el sargento Miko cursó estudios de especialización, aparte de en España, en la URSS, pero este extremo no ha podido ser confirmado.

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Más de 300 cooperantes españoles en el país

El presidente del Gobierno español, Felipe González, mantuvo el pasado sábado por la mañana una larga entrevista telefónica con el presidente Obiang, cuyo contenido se desconoce. El navío de transporte de tropas Aragón, con una compañía de infantes de Marina a bordo, se encuentra actualmente en Las Palmas. Se estima que, de complicarse la situación en la ex colonia española, el barco podría recibir órdenes de dirigirse a Guinea a fin de evacuar a los más de 300 residentes españoles en aquel país. El barco zarpó el sábado de Cádiz. El cuartel general de la Armada salió ayer al paso de los rumores que conectaban la arribada del buque a aguas canarias con la situación en Guinea Ecuatorial, asegurando que el Aragón se encontraba ya allí para realizar maniobras. También están en aguas del archipiélago la fragata Asturias y el petrolero Teide.

El Aragón fue entregado a la Armada española en julio de 1980 por la Marina norteamericana, en la que figuraba con el nombre de USS Francis Marion. El buque desplaza 10.709 toneladas, cuenta con una tripulación de 414 marineros y oficiales y puede transportar 1.657 infantes de marina. Está equipado con ocho cañones.

Venancio Miko, de 33 años de edad, que permanece en la representación española desde el pasa do día 13 ha solicitado asilo político. Con anterioridad, el sargento Miko buscó en vano refugio en la Embajada de Francia. En círculos allegados a la diplomacia española se negó ayer que España haya tenido alguna participación en las conspiraciones de palacio, pero no se tenía la certeza de que la situación esté completamente bajo el control del presidente Teodoro Obiang. En cualquier caso, la fuga y posterior refugio en la embajada del sargento Miko no están suficientemente aclaradas.

La presencia de un conspirador en la sede de la representación diplomática española suscitó enorme tensión en torno a la embajada. Las autoridades de Guinea Ecuatorial pidieron que les fuese entregado inmediatamente el sargento rebelde, porque no reconocían el derecho de asilo que le otorgaba la misión española. Pasa a la página 3

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En ausencia del embajador de España, el encargado de negocios, Norberto Ferrer, explicó a sus interlocutores ecuatoguineanos que Madrid, aunque no tiene reconocido el derecho de asilo, lo practica sistemáticamente con los países de lengua española. Guinea Ecuatorial, añadió, era uno de ellos. Pero la condición militar del asilado y el hecho de que se le acuse de rebelión hacen suponer que las autoridades españolas están dispuestos a devolverlo si se garantizan por parte del gobierno de Obiang los derechos humanos del detenido y la realización de un juicio justo. Estas garantías deberán ser negociadas hoy por el Ministro de Asuntos Exteriores. Tras permanecer la situación bloqueada durante más de 10 días, la Presidencia del Gobierno y el Ministerio de Exteriores decidieron enviar el martes 18 de mayo a un emisario, Manuel Sassot, director general de África y Asia Continental, para intentar resolver el litigio. "Ambas partes están deseosas de llegar a un entendimiento", declaró Sassot desde Malabo en conversación telefónica con EL PAIS.

Preguntado sobre lo que sucedería si las autoridades ecuatoguineanas siguen manteniendo su exigencia de recuperar al sargento Miko sin condición ni garantía alguna y España continúa otorgándole el derecho de asilo, Sassot descartó cualquier intentó de sacarle por la fuerza de la embajada española porque "el Gobierno de Guinea Ecuatorial respeta nuestra inmunidad diplomática". La embajada española, que se encuentra bajo estricta vigilancia policial por parte del gobierno guineano, posee para su protección una pequeña dotación de la Policía Nacional.

Otra fuente diplomática española afirmó que, si no hay garantías por parte guineana, la presencia de Miko en la misión diplomática se podría prolongar casi indefinidamente y comparó la situación del militar rebelde con la del ex presidente argentino Héctor Cámpora (peronista) que, tras el golpe de Estado militar de 1976, se refugió en la embajada de México en Buenos Aires, donde permaneció casi dos años.

Otra solución estudiada y señalada ayer por el Ministro de Asuritos Exteriores, Fernando Morán, consistiría en entregar el asilado a las autoridades de Guinea Ecuatorial siempre y cuando éstas se comprometiesen a garantizarle un juicio justo".

El titular español de Exteriores hizo hincapié en desvincular a España del fracasado golpe de palacio, a pesar de que uno de sus artífices haya elegido la embajada de España para refugiarse. Morán calificó la situación en Guinea Ecuatorial de "inestable".

El presidente del Gobierno, Felipe González, fue mucho mas parco que su ministro en declaraciones. Mientras esperaba en el aeropuerto de Barajas a los Reyes de regreso de Uruguay, González se limitó a afirmar a los periodistas que "en cuanto se pueda dar una información se dará, tengan un poco de paciencia" ( ... ) esperen que tengamos una información mas adecuada. No ha habido", añadió, "ningún tipo de incidente en la Embajada. La Embajada está perfectamente bien".

Según dijo en Madrid Severo Moto, secretario general del Partido del Progreso ecuatoguineano, a finales de la semana pasada se produjo la muerte de una persona en Malabo en tumultos aparentemente relacionados con la conspiración.

Tranquilidad en Malabo

Manuel Sassot desmintió rotundamente los rumores que circulaban en Madrid sobre el acoso al que estarían sometidos en Guinea Ecuatorial la colonia y los diplomáticos españoles y afirmó que la "situación es de absoluta normalidad y no se registra ningún síntoma de preocupación entre los varios centenares de cooperantes españoles".

La única medida tomada por las autoridades ecuatoguineanas en torno a la embajada de España en Malabo consistía, según fuentes españolas, en registrar los vehículos que entraban en el recinto diplomático para evitar que consiguiesen adentrarse allí más conspiradores. Como dato anecdótico, Manuel Sassot señaló que, para entretenerle, sus huéspedes españoles habían entregado a Venancio Miko la novela La conspiración del Golfo, de Fernando Schwartz.

En Malabo se advertía también, según los residentes extranjeros, un incremento de las medidas de seguridad ante los edificios públicos. Una docena de responsables militares, todos ellos pertenecientes a la etnia fang, y más concretamente al llarnado clan de Mongomo, que monopoliza el poder y encabeza el presidente Obiang Nguema, se encuentran detenidos, entre ellos, según fuentes de la oposición ecuatoguineana en Madrid, el teniente Pablo Obama Eyang, que está encarcelado en Malabo.

Según fuentes diplomáticas, el número de detenidos se eleva a un centenar.

Una fuente de absoluta solvencia aseguró que el presidente ecuatoguineano mencionó por primer vez el compló en un Consejo de Ministros celebrado el miércoles pasado y denunció a "gentes ambiciosas que se esfuerzan por impedir el desarrollo del proceso de democratización".

El ministro de Información, teniente Isidoro Eyi Monsuy, se dirigió también al país por radio y televisión para anunciar que la situación estaba ya controlada. Para informarles sobre lo que oficialmente se denomina en Malabo el frustrado intento de desestabilización el ministro de Asuntos Exteriores ecuatoguineario, teniente Marcos Mba Obando, convocó ayer a mediodía a los jefes de irnisión acreditados en Malabo. Francisco Javier Elá Abema, presidente de la Junta de Coordinación de las Fuerzas de Oposición de Guinea Ecuatorial, aseguró en Santa Cruz de Tenerife a Carmelo Martín que "la lucha se situaba en el seno del clan, en el poder para sustituir al presidente Obiang".

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