Centenares de personas asistieron a las jornadas sobre el Mayo franceses en Valladolid

Centenares de personas han asistido a las jornadas sobre el Mayo francés de 1968 que, organizadas por la Fundación Municipal de la Cultura, se han celebrado durante cuatro días de la pasada semana en Valladolid. A lo largo de las mesas redondas, las charlas-coloquio y los debates surgieron infinidad de preguntas e interrogantes sobre aquel acontecimiento. La mayoría quedaron sin respuesta porque, como dijo el escritor Juan Goytisolo, "nada se puede predecir y organizar sobre algo que fue improvisación constante, efervescencia, explosión y espontaneidad".

Ni Goytisolo, ni Antonio de Senillosa, ni los franceses Michel Sarre, agregado cultural de la Embajada de Francia, y Carlos Serrano, se atrevieron a responder a esta pregunta: "¿Qué hubiera ocurrido si hubiera triunfado el Mayo de 1968 y qué régimen se habría instaurado?".Todos coincidieron en que la variopinta procedencia de los grupos (trotskistas, marxista-leninistas, cristianos, anarquistas, situacionistas, etcétera) imposibilitaba que se pudieran haber puesto de acuerdo para instaurar un sistema político concreto :

Ninguno de los que intervinieron quiso hablar de fracaso. Senillosa dijo que fue una siembra que ha dado y está dando frutos; Carlos Serrano apuntó en su haber la consideración de otras facetas del hombre distintas a la económica; Michel Sarre resaltó el nacimiento y potenciación de un fuerte sentimiento antitotalitario y anticomunista, y Juan Goytisolo consideró aquel movimiento como "una revolución en el sentido estricto de la palabra, pero no en el sentido político que ha tomado el término".

No hubo conclusiones finales pero sí acuerdo general en que las aspiraciones de los dos com ponentes del movimiento (estudiantes y obreros) eran distintas: mientras los primeros quieren cambiar la vida, los segundo pretenden transformar la sociedad para ascender en ella.

También hubo unanimidad en criticar la postura de partidos y sindicatos, especialmente el Partido Comunista francés (PCF) y la CGT, que trataron de manipular el movimiento y lo frenaron porque no lo podían controlar. Guillermo Díez censuró a la CGT, "que consideró que los estudiantes no forman una clase social y no pueden ser revolucíonarios".

Varios de los componentes, especialmente Francisco Fernández Buey, calificaron como más importante el movimiento de Alemania -"la teoría estaba aquí, y no en Francia"- que el Mayo de 1968, "del que no han quedado hechos ni teorías, sino frases y consignas".

Goytisolo puso el acento en las circunstancias que motivaron aquelios acontencimientos y negó como hicieron casi todos los que hablaron, que pueda producirse un nuevo Mayo a raíz de las actuales protestas de los estudiantes parisienses.