Amplio margen de entendimiento político al término de la visita de los Reyes de España a Argelia
Los Gobiernos de España y Argelia han decidido crear una gran comisión mixta, cuyas atribuciones conciernen a temas económicos y de cooperación técnica y cultural, al término de la visita oficial de los Reyes de España a Argelia, cuyos resultados refuerzan la voluntad política de ambas partes por reforzar sus relaciones y apoyar la reconstitución del Magreb árabe y hacer del Mediterráneo un lago de paz. Los Reyes, que ayer regresaron a Madrid, han recibido significativas muestras de atención en el marco protocolario y una acogida popular que testimonia el interés que tiene para Argelia incrementar su entendimiento con España.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, Fernando Morán y Taleb Ibrahimi, firmaron ayer un documento por el que se refunden las atribuciones de las comisiones mixtas hispano-argelinas en una gran comisión, que se reunirá, alternativamente, en Madrid y Argel. El presidente Chadli y el ministro Taleb Ibrahimi han aceptado sendas invitaciones para visitar España en una fecha todavía no determinada. El ministro de Exteriores argelino y su homólogo español se entrevistarían este verano en Palma de Mallorca.La voluntad política constatada por las dos partes y la impresión satisfactoria de la parte española, por el grado y dimensión de las atenciones recibidas por los Reyes de España, han sido puestas de relieve al término de la visita. No se entró en detalles sobre el contencioso del gas natural, evocado por los ministros, en espera de la próxima rueda de conversaciones a nivel ministerial, que tendrá lugar en Argel, el 20 de este mes, entre Carlos Solchaga y su homólogo argelino, Belkacem Nabi.
Por lo que respecta al Sahara occidental, si bien Argelia se ha mostrado favorable a un mayor protagonismo de España, no ha habido petición concreta en este sentido ni se ha materializado entrevista o contacto alguno entre la delegación española y el Frente Polisario, lo que de todas formas no estaba previsto, dado el carácter de la visita.
La parte argelina ha manifestado, sin embargo, su satisfacción por las posiciones expuestas por España, a través del discurso del Rey ante los parlamentarios argelinos, en torno a los problemas de Oriente Próximo, el Sahara occidental y el Mediterráneo.
El análisis concordante efectuado durante la visita de los Reyes significa que la dinámica creada por la voluntad de equilibrio en el Magreb del Gobierno socialista español es compartida por Argelia, aunque exista todavía un desfase pronunciado entre lo que aquí se califica de relaciones excelentes entre el PSOE y el FLN y relaciones por reconstruir en dimensión y peso entre ambos Gobiernos.
Morán ha reiterado, además, que nuestro país apoya la reafirmación del Magreb árabe en curso y estima que el reconocimiento diplomático de Israel debe ir unido a un diálogo de todas las partes concernidas por el conflicto en Oriente Próximo, incluida naturalmente la Organización para la Liberación de Palestina.
Una visita excepcional
El Rey inició su última jornada en Argel con una visita a la Academia Militar Interarmas de Cherchell, donde fue recibido por su director, el coronel Hachemi Hadjeres. Don Juan Carlos, tras pasar revista a una guardia de honor, visitó las instalaciones, interesándose por el funcionamiento de la academia y deteniéndose, en particular, en las salas del Museo de la Resistencia, dedicadas a rememorar la gesta de la independencia.
Ha sido excepcional que el Monarca español pudiera visitar este centro, en la medida en que España y Argelia no tienen vínculos de cooperación militar. Pero en este país la figura del Rey se ve unida muy estrechamente a su condición de jefe de los Ejércitos, y, por añadidura, los militares argelinos no han ocultado nunca la admiración producida por la intervención hecha por don Juan Carlos durante el intento golpista del 23-F.
La Reina, que, a todo lo largo de la visita real ha sido objeto de deferencias, más allá del rígido protocolo argelino, por su condición de país árabe, terminó su programa de actos con una visita al Museo de Bellas Artes de la capital argelina. Después se trasladó al lugar donde, en febrero de 1577, nuestro ilustre Miguel de Cervantes y otros 13 cautivos habían permanecido ocultos por espacio de siete meses, tras haberse evadido de la cárcel adonde habían sido llevados en septiembre de 1575, cuando el Manco de Lepanto fue capturado por los corsarios del rais Arnaut Mami, en compañía de su hermano Rodrigo.
El cautiverio argelino de Cervantes no podía dejar de ser evocado en la primera visita oficial a Argelia de los Reyes de España, en el marco de esos lazos de proximidad sentimental y geográfica a los que se refirió don Juan Carlos, ante los parlamentarios argelinos. La cueva visitada por la Reina está situada en la falda de la colina que domina el Jardín de Ensayo, a un costado de la magnífica bahía de la capital argelina.
Camino hacia el entendimiento
Los Reyes, que en la tarde del martes habían recibido a la colonia española en la residencia del embajador Eduardo de Zulueta, han expresado su satisfacción y sorpresa por la inesperada acogida popular dispensada en las tortuosas calles de la zona árabe, visitadas ese mismo día. La impresión aquí es de constatar que, a una cierta cautela inicial de los argelinos, sucedió rápidamente la descrispación y una satisfacción contagiosa.
La "sana visión del futuro' a que se refiere el diario argelino El Mudhahid y la voluntad de cooperación expresada en el discurso de acogida al Rey por el presidente de la Asamblea, abren un abanico de perspectivas que no deben ser desaprovechadas, tanto en el terreno político como en el económico. Los argelinos han estado durante toda la visita real dando claves que reflejan su satisfacción y que el ministro Morán definiría como "un abierto camino hacia el entendimiento...".
Excepcionalmente, la Prensa argelina ha publicado íntegramente el discurso del Rey ante la Asamblea, y tanto la presentación como la importancia de los datos informativos dernuestran que el viaje de los Reyes a Argelia ha terrainado de forma muy satisfactoria para los dos países. El objetivo se ha visto alcanzado.
De cualquier manera, la visita real ha gerterado una nueva dinámica en las relaciones hispano-argelinas que, si bien difieren en contenido y consensos, se trate de las formaciones políticas en el poder o de los equipos que gobiernan, no son divergentes, sino que tienden a converger. Así lo ha dado a entender el Rey, con lo que podría afirmarse, a título de colofón, que hoy en día España y Argelia mantienen líneas paralelas de acción política y una gran voluntad de convergencia.
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