La CEOE pide más inversión pública sin aumentar la presión fiscal

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) pidió ayer mayor inversión pública y las reformas necesarias para hacer esto posible sin aumentar la presión fiscal, que según la patronal subirá este año 1,74 puntos, no los 0,94 anunciados por el Gobierno. En una conferencia de prensa organizada para valorar los Pesupuestos Generales del Estado y la Seguridad Social de 1983, los representantes empresariales sólo abandonaron el tono de moderación en sus críticas al anunciar que promoverán un recurso ante el Tribunal Constitucional y la OIT (Organización Internacional del Trabajo) por la entrega prevista de 896 millones de pesetas a los sindicatos.

Según el secretario general de la cúpula patronal, Jose María Cuevas, lo más grave de esta segunda ayuda anual a las centrales, aumentada en un 12% con respecto a la primera "para compensar la inflación", está en que su destino explicitado en la correspondiente partida es "la consolidación de los sindicatos". Recordó que el año pasado, tras el pacto secreto entre CC OO, UGT y Gobierno, con motivo de la firma del Acuerdo Marco Interconfederal, la finalidad reseñada consistía en "actividades socioculturales".A juicio de Cuevas, esta partida de 1983 viola los principios constitucionales, supone la injerencia del Gobierno en los sindicatos al invadir su carácter privado, es una práctica contraria a las recomendaciones de la OIT, y discrimina a las centrales no mayoritarias y a los empresarios. "No hemos encontrado algo similar en ningún país de la OIT, que lo desaconseja".

Tanto José María Cuevas, como Carlos Ferrer Salat (presidente de CEOE) y José Luis Cerón (titular de la comisión de Economía de la patronal), coincidieron en valorar los presupuestos de 1983 como continuadores de los del año pasado si bien se mostraron contra el incremento de los recursos impositivos que no tiene correlación por el lado de los gastos para inversiones. "No creemos", resumió Ferrer, "que vayan a facilitar el aumento de las inversiones necesario para superar la crisis actual, ni tampoco la creación de empleo".

En línea con la conocida sugerencia de uno de los principales banqueros para que el Gobierno incremente la inversión pública en 300.000 millones de pesetas, el presidente de CEOE apuntó que los gastos de las Administraciones Públicas han pasado durante los últimos ocho años del 24% al 37% del Producto Interior Bruto, mientras que sobre su total lo empleado en inversiones reales ha bajado del 12% al 8,9% previsto para 1983. Resaltó que las dotaciones para personal crecerán el 17,1 % sin que exista previsión de aumento de plantillas, frente al 9,5%-12% del Acuerdo Interconfederal.

También subrayó "el incremento espectacular de la presión fiscal del Estado para 1983". El Gobierno ha anunciado 0,94 puntos. Pero la CEOE afirma que será de 1,74, porque la comparación gubernamental se ha hecho con los presupuestos de 1982 y no sobre la recaudación fiscal al final de año, que fue más baja de lo estimado en principio. Citó al respecto el 34% de aumento previsto para 1983 en los ingresos por renta de las personas físicas, del 31 % en el de sociedades, y el 33% en el tráfico de empresas.

Sumisión global

Tras definir la actitud de CEOE "más que de aceptación, de sumisión global", Carlos Ferrer reconoció que la dinámica de crisis económica hace crecer el gasto, proceso al que "sólo puede hacerse frente con reformas importantes, sobre todo de la Seguridad Social". Pero advirtió que, si siempre es esperanzador anunciar reformas, la flexibilización de los contratos temporales prometida por Felipe González aún no ha llegado.