Spadolini y Berlinguer, el más rico y el más pobre, respectivamente, de los líderes italianos

Los ciudadanos italianos que deseen curiosear en las declaraciones de la renta de los hombres políticos pueden hacerlo. Basta que se presenten en las oficinas del Parlamento. Allí están expuestos desde el lunes nueve tomos con las confesiones secretas de los 320 senadores y de los 530 diputados de la República.

Ha sido el resultado de una dura campaña de Prensa para que los ciudadanos pudieran conocer la situación patrimonial de sus representantes ante el Parlamento.Es cierto que se trata de lo que estos políticos declaran al fisco, y no de lo que realmente ganan -como comentaba ayer la radio-, ya que es sabido que el italiano es muy refractario a confesar a Hacienda la verdad de sus ganancias. Sin embargo ha sido un primer paso que obligará, en adelante a los hombres políticos a estar más alerta cuando hagan su declaración de la renta, sabiendo que puede siempre haber un escrupuloso que la examiná para poder decir después que se ha olvidado de declarar, por ejemplo, el piso alquilado.

Aparecen cosas muy curiosas. Algunos de los políticos se declaran ricos, el que más, Francesco Merloni, democristiano, hermano del presidente de la patronal, Confindustria, que ha declarado 35 millones de pesetas, de los cuales ha pagado 20 millones a Hacienda. Le sigue Susanna Agnelli, hermana de Gianni Agnelli, el hombre de Fiat; Susanna, diputada republicana, ha declarado 30 millones, de los cuales ha pagado al fisco 16.

De los secretarios generales de los partidos políticos, el más rico es el republicano Giovanni Spadolini, ex presidente del Gobierno, que ha declarado 12 millones de pesetas y 11 pisos en propiedad. El más pobre, el comunista Enrico Berlinguer, que ha ganado dos millones de pesetas y tiene un coche utilitario.

En general, la media de ganancias de los políticos es de unos cinco millones de pesetas al año, sin contar el sueIdo de parlamentario, que está exento de impuestos.

¿En qué ganan el dinero restante estos políticos?, se preguntaba ayer la gente. Lo están empezando a indagar quienes estudian los nueve volúmenes expuestos al público. Amintore Fanfani, por ejemplo, ha declarado 10 millones de pesetas. Podrían ser de sus cuadros como pintor. Giulio Andreotti, 16 millones de pesetas, sobre todo por sus publicaciones. El secretario socialista, Bettino Craxi, resulta, después de Spadolini, el secretario más rico, con seis millones de pesetas.