Gabo y Argentina
Después de leer la interpretación de García Márquez, quiero darle las gracias, como latinoamericano, por defendernos. Un trasnochado maniqueísmo -si estás en contra del Reino Unido, estás a favor de la Junta Militar de Argentina- obliga a una confesión de fe cada vez que se aborda el tema de las Malvinas. La hago: soy profundamente antifascista y repudio todos y cada uno de los actos de la Junta, inclusive la invasión de las Malvinas. Pero este repudio no me obliga a aceptar las atrocidades cometidas por el Ejército británico ni a disimularlas. Esas atrocidades no son "relatos de viejas de plantación bananera", como ha señalado algún lector; son, lisa y dolorosamente, testimonios de los muchachos argentinos que soportaron, a muchos grados bajo cero, esa absurda guerra. Un poco de respeto, lectores, porque estos chicos tuvieron que vivir el enloquecido terror de los gurkas, que más que soldados profesionales son asesinos profesionales. Nadie debe sorprenderse: el Reino Unido nos tiene acostumbrados a esos desmanes, y el que no lo crea que recuerde lo que pasó en China, India, África... /
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