A favor y en contra de Barrionuevo

Compro diariamente EL PAÍS desde que se fundó. Les he felicita do en algunas ocasiones por el éxito obtenido (conste que no soy accionista). He leído certeros editoriales de ese diario y me he sentido plenamente identificado con ellos.Pero creo que se están pasando, porque los editoriales de los días 7 y 9 me han causado una desagradable impresión. No comprendo tanto rebuscar, rizando el rizo, con los derechos constitucionales en materia tan delicada como son las actuaciones contra el terrorismo. No comprendo tampoco esa descalificación personal a la actuación de un ministro del Interior sobre ese tema.

Por ello quiero hacer constar que en el fondo, en la forma y en el momento, esos editoriales me han parecido muy desafortunados, poco meditados y perjudiciales para la democracia. Pienso que no valoraron suficientemente la actitud del máximo responsable del orden público, que no "sólo no es indigna de los 10 millones devotos del cambio", sino que creo que está, y no lo dude usted, respaldada por la inmensa mayoría de los españoles, entre los cuales me encuentro yo, que soy uno de los 10 millones y no de los de última hora.

¿Qué cree usted que en unas circunstancias como las actuales haría un posible ministro del Interior del PCE, AP, CDS, etcétera, o usted mismo, señor Cebrián? ¿No serían todos todavía más radicales? /