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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
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Llevar a buen término, ahora, la Conferencia de Madrid

HANS-DIETRICH GENSCHERLa propuesta de mediación por parte de los países neutrales y no alineados participantes en la reanudación de la Conferencia de Madrid, en relación con el documento final presentado por dichos países el 15 de marzo, debe servir a los bloques del Este y del Oeste de base apropiada para llegar a un acuerdo, dice el político alemán. Dadas las presentes circunstancias y el actual estado de las relaciones Este-Oeste, tal acuerdo tendría un beneficioso efecto estabilizador. La responsabilidad por la paz y por los ciudadanos europeos exige que se lleve a buen término la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación Europea de Madrid, concluye Hans-Dietrich Genscher.

El interés de los países occidentales se orienta hacia mejoras sustanciales de los distintos aspectos del acta final y hacia un mandato concreto referente a una conferencia europea de desarme. Tales objetivos contemplarían los aspectos políticos, humanitarios y económicos de las relaciones Este-Oeste. Por otro lado, mediante la instauración de la conferencia europea para el desarme y las correspondientes medidas de seguridad para toda Europa, desde el Atlántico hasta los Urales, significarían asimismo un apreciable progreso en el campo de la política de seguridad.1983 se revela cada vez más como un año de "cambio de vías" para las relaciones Este-Oeste y también para el desarme y el control de armamentos. Un término positivo de la Conferencia de Madrid favorecería un desarrollo favorable también en otros campos y sería una importante prueba de la buena voluntad existente por parte de todas las partes interesadas.

La reanudación de la Conferencia de Madrid, que ha tenido una duración mayor de la prevista en principio por los firmantes del acta final (dos años y medio, incluyendo interrupciones), ya desde finales de 1980, en la difícil fase de las relaciones entre el Este y el Oeste, y a pesar de tantos retrocesos, desilusiones e incluso pasos en falso, ha fomentado, sin duda, una estabilización en este campo.

La publicación del documento final de las reuniones de Madrid en todos los países firmantes -tal como propusieron los países neutrales y no alineados asistentes- ofrece a los ciudadanos de cada país la oportunidad de conocer directamente los compromisos a cuya observancia se han comprometido sus respectivos países. Es difícil valorar aún suficientemente las repercusiones culturales y morales que podrán derivarse de este hecho.

Ampliar la negociación

En relación con las negociaciones sobre desarme celebradas en Ginebra y sobre reducción de tropas en Europa Central celebradas en Viena, la conferencia europea de desarme, a través de medidas favorecedoras de la confianza para Europa en su conjunto, desde el Atlántico hasta los Urales, ampliaría el campo de negociación sobre control de armamentos, no sólo en sentido cualitativo (es decir, dichas medidas favorecedoras de confianza), sino también cuantitativo (o sea, comprendería toda Europa y no exclusivamente Europa Central). Este aspecto tiene asimismo una importancia extraordinaria.

Gracias a su plausible iniciativa, los países neutrales y no alineados han abierto la puerta a la negociación final. Saben, no obstante, que su propuesta debe ser complementada con otros elementos y mejoras, y en esta dirección concreta se mueven actualmente los países occidentales.

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La respuesta que se espera del Este consiste en que acepte la propuesta de las naciones neutrales y no alineadas como base adecuada de deliberación, así como los complementos y mejoras que necesariamente deberá sufrir dicha propuesta.

Las negociaciones entre EsteOeste en Ginebra y Viena, al igual que la Conferencia de Madrid, contemplan en cualquier caso sólo aspectos parciales de las relaciones entre ambos bloques. Sin embargo, no debería ignorarse la influencia que podrían tener en su conjunto.

Por tanto, cualquier progreso posible en este sentido debe ser favorablemente acogido, pues ello posibilitará un avance similar en otros campos. Eso es lo que esperan tanto los hombres del Este como los del Oeste. Los países del Este, con su disponibilidad para cumplir los compromisos contraídos en Helsinki en 1975, deberán enfrentarse a los avances vividos en este sentido por los habitantes de sus respectivos países.

La situación en Polonia y muchos otros sucesos acaecidos en los países del Este ofrecen base más que suficiente para demostrar esta disposición para cumplir los compromisos de Helsinki. De notros depende continuar, paso a paso, activa y constructivamente, el desarrollo positivo de la Conferencia.

Hans-Dictrich Genscher es ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania y presidente federal del Partido Demócrata Liberal.

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