El presidente de la Comisión Biomédica del Síndrome afirma que se han malgastado fondos

El presidente de la Comisión Biomédica del Plan Nacional del Síndrome Tóxico, Ángel Martín Municio, compareció ayer en el Senado ante la comisión especial de investigación sobre el tema para explicar la marcha de las investigaciones. El profesor Martín Municio afirmó que se han tirado docenas de millones de pesetas, hecho que, en su opinión, demostró recientemente la Organización Mundial de la Salud, al afirmar que lo que se había hecho de patología experimental ya se conocía.El profesor Martín Municio estuvo acompañado en la comisión por el recién nombrado presidente del Proyecto Unificado de Investigación del Síndrome Tóxico, Pedro García Barreno. La intervención de Martín Municio ante la comisión tuvo dos partes diferenciadas: en la primera formuló fuertes críticas contra la Administración, que en su opinión no ha favorecido la buena marcha de los trabajos de investigación; y en la segunda, y a preguntas de los senadores, mostró su optimismo y esperanza respecto al futuro de las investigaciones del síndrome tóxico.

Subrayó que en las investigaciones se ha perdido tiempo y economía por problemas de burocracia con la Administración, y que al ritmo que se está trabajando no se podrá, ni en seis meses ni en un año, tener una investigación elaborada y bien hecha, "ya que se está trabajando al 20% de lo que se podría hacer con mejor coordinación".

Afirmó que los 1.000 millones de pesetas destinados al Fondo de Investigación Sanitaria no van a donde deben ir, y que la Comisión de Investigación del Síndrome Tóxico no había visto ni una sola peseta de dicho fondo, a pesar de la existencia de un real decreto que ponía ese dinero a su disposición.

En su crítica a la Administración citó el hecho de que el Instituto de la Grasa, de Sevilla, que ha cooperado eficientemente en las investigaciones realizadas, todavía no ha realizado el pago de los trabajos efectuados, y añadió que el hecho de que no se hayan aplicado bien los millones destinados a la investigación del síndrome tóxico no era responsabilidad de los interventores ministeriales. Martín Municio señaló que podía disculpar a la Administración en el primer año del problema, en 1981, cuando surgió el síndrome tóxico, pero no en 1982, "en el que se podía haber actuado mejor y con más coordinación".

Aportación extranjera ridícula

Añadió que la aportación extranjera a las investigaciones ha sido ridícula respecto a lo que se ha hecho en España dentro de los trabajos de investigación del síndrome tóxico. "No se ha aportado prácticamente nada". Dijo que uno de los problemas que rodean a la infraestructura de nuestro país para atender cuestiones como la del síndrome tóxico es la enseñanza universitaria.

Criticó a las instituciones paralelas que trabajan alrededor del Plan Nacional del Síndrome y señaló que recientemente un centro privado organizó una reunión nacional con presencia de expertos de la Organización Mundial de la Salud, sin conocimiento de los responsables del plan general.

A preguntas de los senadores, Martín Municio explicó que la composición del 60% de los aceites analizados responden a cuatro tipos de mezclas de aceites: aceite de orujo, aceite de colza, de granilla de uva y de grasas animales. Dijo que este tipo de aceites eran refinados para conseguir que no fueran detectadas la presencia de sustancias extrañas para la Administración, e indicó que en algunos experimentos realizados por el Plan del Síndrome Tóxico se han utilizado ratas y monos, y los resultados no permiten detectan casos de toxicidad, y además ninguno de los animales ha muerto, aunque esto no se puede extrapolar al hombre.

El profesor Pedro García Barrero afirmó que uno de sus objetivos principales al frente del proyecto unificado es recuperar la confianza de los pacientes del síndrome tóxico, llevar a cabo una buena investigación y ofrecer una asistencia clínica precisa, por el tiempo que se necesite, a los afectados.