Weinberger regresó a Washington 'mejor informado' sobre la postura del Gobierno español
El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, regresó ayer a Washington, después de una estancia en Madrid de dos días, con una "mejor información de los planteamientos y de las condiciones que España está poniendo para una correcta integración en el esquema defensivo de Occidente", según dijo a los periodistas su colega español, Narcís Serra, después de acudir a Barajas a despedirle.
"En este sentido", añadió Serra, si se va mejor informado de lo que vino, es porque el secretario de Defensa norteamericano ha obtenido información de primera mano sobre cuáles son nuestras preocupaciones, lo que vamos a aportar a la defensa de Occidente y cómo vemos que esta aportación deber ser equilibrada y compensada por parte de Estados Unidos y de otros países".Las palabras del ministro español no aclaran mucho a la opinión pública sobre el contenido de fondo de esas conversaciones, ni sobre el estado actual de la revisión que el Gobierno socialista lleva a cabo sobre los conceptos de seguridad y defensa para el futuro de España, desde que llegó al poder en octubre pasado. Tampoco la lectura del comunicado conjunto distribuido, con bastante demora, al término de la visita de Caspar Weinberger revela nada importante.
El secretario de Defensa de Estados Unidos mantuvo en su última jornada una sesión de trabajo con los embajadores de los países occidentales acreditados ante la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se celebra en Madrid, y presenció unos ejercicios militares de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) en las cercanías de la capital.
Antes de tomar el avión de regreso a Washington, Caspar Weinberger fue recibido en audiencia por el rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela. Narcís Serra mantuvo durante el día de ayer la vaguedad de sus pronunciamientos cuando declaró, por ejemplo, que "el tema de la incorporación de España a la OTAN no es un asunto que tenga que discutir el Gobierno español con el norteamericano, y por tanto no ha sido tratado en ninguna de nuestras discusiones de estos dias"; o "no estamos ni más lejos ni más cerca de la OTAN, sino mejor informados, tras la visita del secretario de Defensa norteamericano; estarnos exactamente donde estábamos", en sendas manifestaciones a las agencias Efe y Europa Press.
Por parte norteamericana tampoco se ha sido más explícito en las breves ocasiones en que la delegación que ha acompañado a Weinberger ha sido interrogada por la Prensa. El jefe del Pentágono pronunció en la noche del jueves un discurso en una cena que le ofreció el Instituto de Cuestiones Internacionales (INCI), en Madrid, en el que explicó la postura de su Gobierno en el sentido de que España estaría mejor dentro que fuera de la OTAN, y los deseos norteamericanos de ayudar al Gobierno español en aquellas decisiones que les sean consultadas.
En el coloquio que siguió a la cena tampoco hubo revelaciones sobre lo tratado en los contactos oficiales que, además de con su colega, ha mantenido estos dos días con el presidente del Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores y el líder de la oposición. En el tema, de la compra de armamento y en concreto del contrato de adquisición del avión de combate F-18, Serra dijo ayer que Weinberger le había comunicado la firma por parte de la Secretaría de Defensa del encargo español y que eso suponía que el precio pactado no podría alterarse, lo cual facilitabastante la decisión final de compra del Gobierno español. También se supo ayer que las Cortes tramitarán por el procedimiento de urgencia el convenio hispano-norteamericano, que le ha sido enviado por el Gobierno para su ratificación.
La oposición pide información
Las declaraciones del presidente Felipe González, después de su entrevista el jueves con Weinberger, de que "la existencia de un buen sistema defensivo en Occidente es una garantía para España y la zona geoestratégica a la que pertenece nuestro país", ha motivado una reacción del líder de la oposición, Manuel Fraga, en la que expresa su satisfacción por el tono cada vez "más occidentalista" que utiliza Felipe González, pero que en su opinión "no se corrobora con los hechos: congelación de la integración en la estructura militar de la OTAN, asistir como observadores a las reuniones cuando somos miembros de pleno derecho o la asistencia a la conferencia de los no alineados".Pero la reacción mas dura fue la expresada por el vicesecretario del Partido Comunista (PCE), Enrique Curiel, quien dijo que "está cada vez más claro que Felipe González no tiene voluntad política para sacar a España de la OTAN".
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