La OTAN estudia en Portugal una oferta de compromiso con la URSS sobre los euromisiles

Una oferta de compromiso a la Unión Soviética en las negociacione sobre los euromisiles que se celebran actualmente en Ginebra fue considerada ayer en las conversaciones mantenidas en Vilamoura (Portugal) por los ministros de Defensa de los países miembros del Grupo de Planiricación Nuclear de la OTAN (GPN). Esta solución intermedia sería un primer objetivo para evitar la suspensión de las negociaciones y el despliegue de nuevas armas nucleares en Europa, sin forzar a los soviéticos a destruir los misiles SS-20 actualmente desplegados. No obstante, la opción cero sigue siendo la fórmula ideal para los países de la Alianza.

Según un alto funcionario norteamericano, "no está descartado que se presente una solución intermedia, pero antes sería necesario que la URSS ofreciera una proposición seria". No obstante, recalcó que "ninguna decisión se ha tomado aún en Washington al respecto. La opción cero continúa. siendo nuestro objetivo final, y existe consenso en la Alianza sobre los cuatro principios enunciados por el presidente Reagan el 22 de febrero", informa France Presse.Estos principios son: existencia de equilibrio con la URSS en armas nucleares, no contabilización de los arsenales de Francia y el Reino Unido dentro de la OTAN, que la Unión Soviética no desplace sus,cohetes a Asia y que se establezcan procedimientos de verificación del eventual acuerdo.

La misma fuente reconoció que "rnuchos países europeos" consideran necesaria la formulación de una propuesta que, sin cuestionar la opción cero, constituya un "primer objetivo" a alcanzar para evitar, a la vez, la suspensión de la negociación y la continuación de la instalación de más armamentos nucleares en Europa. Pero esta eventual propuesta, que no llegó a ser discutida de forma pormenorizada en Vilamoura, deja bien clara la voluntad de los aliados de conseguir un desarme efectivo y controlado, y no se considera urgente su presentación.

Weinberger y la amenaza soviética

Ayer, el secretario norteamericano de Defensa, Caspar Weinberger, presentó en Vilamoura a sus colegas de la Alianza un documento sobre el desarrollo de la amenaza soviética desde la última reunión del GPN el pasado mes de diciembre. El informe se refiere básicamente al despliegue de nuevas rampas de lanzamiento de los SS-20. Los expertos de la OTAN cifran en 351 las rampas instaladas en el lado europeo de la URSS, con 1.053 cabezas nucleares, capaces de alcanzar objetivos europeos y del norte de Africa. Los expertos señalaron en un gráfico mostrado a la Prensa cómo las rampas soviéticas eran en 1979 tan sólo 140.

Weinberger denunció el desequilibrio que la actitud soviética está creando en Europa, y aludió a la necesidad de eliminar la categoría de misiles de alcance medio. Sin descartar la presentación de una oferta de solución intermedia a la URSS, el secretario de Defensa de los EE UU hizo notar que los aliados han convenido seguir manteniendo consultas sobre la base de la opción cero. Weinberger llegará hoy a España donde se es pera que intentará convencer a la administraci6n socialista de la conveniencia de una integración a todos los niveles en la OTAN.

Fuentes próximas de la delegación americana hacen observar que la última posición definida por el presidente Reagan ofrece muchas dificultades técnicas, sobre todo para el cálculo del equilibrio global de fuerzas entre el Pacto de Varsovia y la OTAN. No existe siquiera acuerdo entre los técnicos de la Alianza acerca de las equivalencias entre los, diferentes tipos de armamentos, nucleares o no, y en el caso de las ojivas nucleares, entre misiles instalados en tierra y los que son transportados por bombarderos o medios navales, informa Nicole Guardiola.

El Grupo de Planificación Nuclear de la OTAN no constituye un organismo de decisión de la Alianza, y por esta razón, no cabe esperar hasta el final de la reunión de Vilamoura ninguna decisión epectacular.

La presencia española

La presencia de España en la reunión del GPN, aunque a título de mero observador, fue "acogida con agrado" por los demás Gobiernos representados, dijo el embajador permanente en la OTAN. Jaime Ojeda, que preside la delegación española, aseguró que la posición del Gobierno de Madrid, que aceptó estar presente, a pesar de sus posiciones conocidas de crítica hacia la Alianza Atlántica, lejos de suscitar problemas, es considerada como una contribución positiva.

Para Ojeda, una cosa es la negativa de España a asociarse a cualquier decisión conjunta antes de estar concluida la revisión de la política de integración de España en la OTAN, y otra muy diferente el juicio que el Gobierno socialista formula acerca de la situación militar en Europa. La opción cero es considerada también por Madrid como la "rnás ventajosa para Europa y también para España", pero el apoyo a esta solución ideal no debe significar que se renuncie a la búsqueda de otras soluciones posibles para alcanzar el único objetivo que interesa realmente: la reducción de los arsenales nucleares de ambos campos y de la amenaza seria y creciente que representa para Europa occidental el aumento de los cohetes de largo alcance ya instalados por Moscú.