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Reportaje:

Un hospital de elite

La clínica de la Concepción, de Madrid, busca nuevamente la buena imagen perdida en los últimos años a causa de conflictos laborales y de las pérdidas económicas

Aunque para la mayoría de los madrileños no pasa de ser un hospital privado concertado con la Seguridad Social, tras las paredes de este centro situado en la avenida de los Reyes Católicos, de Madrid, se esconden casi treinta años de prolongada labor de investigación gracias a la tenacidad del hijo de un tendero de ultramarinos de la calle de Atocha -La Europea-, ya fallecido: Carlos Jiménez Díaz, que ya en 1936 creara unos locales de la recién construida facultad de Medicina de Madrid, el Instituto de Investigaciones Médicas.La Concepción es, además, uno de los hospitales base para los alumnos de la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma, de Madrid. En él terminan su formación 246 estudiantes de cuarto, quinto y sexto cursos, y 176 futuras enfermeras, además de 89 becarios. Los directivos de la clínica sienten una íntima satisfacción al saber que los alumnos se disputan la posibilidad de terminar sus estudios en este centro.

Más de cuarenta departamentos y servicios

Con un patronato presidido por Carlos Moreno González-Bueno, el doctor José Perianes Carro, uno de los colaboradores más directos, de Jiménez Díaz, es el director del centro. La ficha de personal y actividad sanitaria del mismo sería ésta: 194 médicos jefes de servicio, asociados y adjuntos; 188 médicos residentes y hasta un total de 2.034 empleados; 61.988 enfermos vistos en la policlínica durante 1982, con más de 9.000 intervenciones quirúrgicas y 38.414 urgencias atendidas.Con casi 41.000 metros cuadrados construidos, curiosamente en la parcela de al lado de la que ocupa el Hospital Clínico, cuenta con más de cuarenta departamentos y servicios.

Los laboratorios de investigación clínica e inmunología, endocrinología y bacteriología son, por su equipamiento, de los mejores del país. Y gozan de fama los de nutrición de hormonas, nefrología, metabolismo y genética. Investigadores notables que añadir a la lista de notables encabezada por Severo Ochoa, Grande Covián, Arjona y otros, han sido en los últimos años los doctores Serrano Ríos, Martínez López de Letona, Fernández Grande y Oya.

Un déficit en descenso

Sin embargo, como para la gran mayoría de los centros hospitalarios privados, su problema central es el económico: la clínica de la Concepción, la Concha en la jerga médica, arrastra un déficit acumulado superior a los ochocientos millones de pesetas, el cual ha, sido origen del conflicto más serio que ha sufrido la institución en su historia; hasta el punto de que en 1981 se registraron repetidos conflictos laborales en solicitud de una auditoría que determinase el origen de la crisis económica.Los trabajadores, que suspiran además por tener todas las ventajas de la Seguridad Social, plantearon que podría haber operaciones financieras poco explicadas, como la construcción, en la década anterior, del centro de privados, al que llaman el hotelito. El coste fue de 640 millones de pesetas, y los empleados entendieron que era una forma de potenciar la medicina privada en una fundación que -según sus cláusulas estatutarias- no puede tener ánimo de lucro. La institución es una entidad de índole cultural, privada, de naturaleza benéfico -docente ,amparada en la acción protectora del Ministerio de Educación, aprobada por orden ministerial de fecha 27 de junio de 1963. Los déficit de 1980 y de 1981 fueron de 307 y 188 millones de pesetas, respectivamente. Aunque no está cerrado el ejercicio de 1982, se estima que el déficit será notablemente inferior.

En opinión del intendente general (gerente), Eduardo Rodríguez Losada, una de las causas primordiales que explican las pérdidas es la descompensación entre los incrementos salariales y la subida de los costes médicos y de la Seguridad Social.

Este año, frente a un aumento salarial previsible del 12,5%, el incremento de los costes puede situarse en un 7%. Según Rodríguez Losada y el secretario general de la institución, el doctor Jesús López Varela (hombres clave ambos en la actual marcha de la fundación), por debajo de esta cifra las consecuencias supondrían la práctica entrega del hospital, tarde o temprano, a la Seguridad Social. Entre otras razones, porque casi el 70% de los 5.200 millones de pesetas que tuvo el presupuesto del pasado ejercicio repercutió en gastos de personal, lo que dejó un margen estrecho a los otros dos aspectos de la fundación: el docente y el investigativo. Incluso se renunció a aumentar el número de camas del hospital, necesarias -según el gerente- para darle el espacio adecuado a los nuevos laboratorios de inmunología, nefrología y endocrinología, el pasado mes de enero.

Junto con el hospital de la Santa Cruz y San Pablo, de Barcelona, la clínica de la Concepción, de la mano del equipo que dirige el doctor Perianes Castro, está considerada hoy en día como uno de los mejores modelos de gestión hospitalaria desde el punto de vista económico asistencial. La Concha será probablemente el segundo hospital de país -el primero es el citado Santa Cruz y San Pablo- con un control de garantía quirúrgica. Actualmente, la clínica que fundase Jiménez Díaz es la segunda en número de operaciones quirúrgicas de toda España, a pesar de ser considerado un hospital medio por el número de camas (el Hospital Provincial de Madrid, por ejemplo, tiene 2.500, frente a las 896 de la Concepción). El coeficiente personal / cama es del 2,3%. Los 188 residentes cuestan setenta millones de pesetas al año a la fundación; los 335 alumnos de la Autónoma y becarios no pagan las tasas, y las 6.000 pesetas que aportan los alumnos de enfermería no cubren los costes de enseñanza. Actualmente, la fundación mantiene numerosas deudas con proveedores médico-quirúrgicos; los cuales, sin embargo, en su gran mayoría han aceptado el diferimiento de los pagos.

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