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Los retrasos en el viaje limitan los objetivos de la expedición española a la Antártida

En un comunicado conjunto emitido por la Asociación España en la Antártida y por el Instituto Español de Oceanografía, ambos organismos informan que "debido a los retrasos ocasionados durante el desplazamiento de la goleta Idus de Marzo hasta Punta Arenas, las condiciones meteorológicas y la situación en la formación de hielos no son las favorables para la utilización del material pesado previsto para esta expedición", por lo que, de mutuo acuerdo, han decidido que el IEO desista de su participación total y profunda en esta expedición.

Por otra parte, el mismo comunicado anuncia que el IEO continúa en su apoyo a la primera expedición científica española a la Antártida, mediante la presencia de personal observador para preparar una expedición de mayor envergadura, que se desarrollará durante el próximo verano austral en la zona prevista.La goleta Idus de Marzo, que venció serios problemas para hacerse a la mar por la intransigencia de la Inspección General de Buques y de la Comandancia de Marina de Gijón, ha sufrido averías y tiempo desfavorable, de modo que, la asociación española y el responsable científico acordaron conceder una prórroga hasta el 21 de febrero.

El 13 de febrero, la Idus de Marzo salía de Mar del Plata, solucionado ya el problema mecánico que había alargado dos semanas el desplazamiento desde España hasta la zona más meridional del continente americano.

Seis días después, el capitán Javier Babe era informado de la decisión conjunta adoptada por España en la Antártida y el Instituto Español de Oceanografía.

Un completo informe, proporcionado por los Servicios Meteorológicos de la Armada chilena, anunciaban que la situación climatológica y la formación de hielos en la Antártida no eran durante el mes de marzo las más favorables para la utilización del material pesado previsto.

La imposibilidad de llevar a cabo buena parte del programa previsto por el departamento científico de la asociación motivaba la reunión del presidente, Guillermo Cryns, con altos cargos del Instituto Español de Oceanografía, así como la redacción de un comunicado en el que se exponen los nuevos objetivos de la expedición española.

Los oceanógrafos del IEO Joaquín Marino y Guillermo del Río participan en la expedición en calidad de observadores y prepararán, a su regreso a España, un completo informe que servirá de base para la organización de una segunda expedición a la Antártida, que se realizaría, con toda probabilidad, durante el próximo verano austral.

Con esta iniciativa, se puede cumplir el primero de los tres grandes objetivos perseguidos por España en la Antártida y no restar trascendencia a la expedición, pues siempre se hizo hincapié en las limitaciones de este viaje desde una perspectiva de logros científicos.

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