Cierre del teatro Barcelona por peligro de derrumbamiento

Tras una inspección conjunta del Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno Civil de la provincia se suspendió, el martes por la noche, la función anunciada en el teatro Barcelona. Se trata de una medida cautelar dictada por el Ayuntamiento. El Gobierno Civil ha abierto expediente y decidirá definitivamente sobre el tema. Es probable, que la sala no pueda reabrir al público hasta solucionar graves deficiencias estructurales apreciadas en el edificio. En la actualidad se representaba, con éxito, el montaje dirigido por Adolfo Marsillach Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, que estaba protagonizado por Fernando Guillén y Rosa Maria Sardá.Como consecuencia de una inspección rutinaria en el edificio vecino, que alberga las oficinas de Cajamadrid en la plaza de Cataluña, se advirtió que una de las paredes del teatro presentaba, a la altura de un metro, una inclinación de unos quince centímetros que perjudicaba la fijeza del techo que ayudaba a sostener y penetraba en el edificio colindante. Por otra parte, una de las armaduras presentaba dos secciones. Este informe se transmitió al Servicio de Extinción de Incendios el 10 de diciembre, el cual hizo una nueva comprobación a principios de febrero y comunicó su parecer al Gobierno Civil. Una nueva inspección sirvió para decidir el cierre cautelar del local ante el evidente peligro de derrumbamiento del techo o la posible caída de las placas de yeso del cielo raso.

El personal del teatro desconocía ayer la repercusión de la medida y se comunicaba al público la suspensión de la función por la existencia de problemas técnicos. Un portavoz de los bomberos de Barcelona manifestó a este diario que se trata de una diligencia preventiva y que la reapertura del local está condicionada a la solución de sus defectos estructurales. Según el protavoz de los bomberos, la medida tiene una mayor repercusión por tratarse de un teatro pero que, por encima de la trascendencia de la medida, está la seguridad del público asistente. El edificio es propiedad de la Caixa de Sabadell y el teatro está arrendado a una empresa madrileña.

El teatro Barcelona ha sido uno de los locales barajados por el ayuntamiento para abrir su teatro municipal. Con todo, esta medida es totalmente ajena al interés municipal por la sala. El descubrimiento del estado del edificio fue totalmente casual ya que la última revisión realizada en el teatro Barcelona data de 1976. Por otra parte, estas revisiones sólo atienden al cumplimiento del Reglamento de Policía de Espectáculos (que data de 1935 y fija la existencia de salidas de emergencia, sanitarios, etcétera) y la garantía de la solidez del edificio corre a cargo de sus propietarios. La seguridad de los edificios es, inicialmente, competencia municipal pero al tratarse de un local público, sometido al Reglamento de Policía de Espectáculos, interviene, también, el Gobierno Civil.

El ayuntamiento podrá tramitar una licencia urgente de obras para que se proceda a solventar los problemas apreciados. Una vez exista un informe acerca de la solidez del local podrá reabrirse. Parece ser que la entidad propietaria quiere mantener el local con su destino original y que esta situación no repercutirá en el uso de la sala. Rosa Maria Sardá manifestó a este diario que estaban firmados dos meses más de representaciones en el Barcelona pero que, a pesar del obvio perjuicio que acarrea la medida, la comprende perfectamente y espera que el ayuntamiento facilite una salida para la continuidad del montaje.

El teatro Barcelona fue inaugurado en 1924. Inicialmente fue una barraca de baile. Desde 1909 hasta 1924 se llamó Salón Doré y se dedicaba a ofrecer atracciones de variedades y espectáculos cinematográficos. Desde 1924 no ha vuelto a cambiar su nombre ni ha dejado de funcionar como teatro. En febrero de 1954 se hizo cargo de la gestión teatral el empresario Francisco Muñoz Luzarreta. La platea tiene una capacidad para 562 espectadores. Los palcos pueden acoger 168 personas y hay 435 butacas en los pisos.

El teatro Barcelona alberga una importante colección de carteles y programas. La sala tiene unas dimensiones de veintitrés por veinticinco metros y el escenario mide catorce por 8.70 metros. En total hay diecinueve camerinos.