Los 'no alineados' piden unánimemente que EE UU dialogue con Nicaragua y contribuya a buscar la paz en El Salvador
ENVIADO ESPECIAL,El Movimiento de Países No Alineados, que clausuró su reunión sobre América Latina pasadas las tres de la madrugada de ayer, exhortó en su declaración final al Gobierno de Estados Unidos a que adopte posiciones constructivas en favor del diálogo con Nicaragua y por una solución pacífica del conflicto salvadoreño.
Lo que se conoce ya como el espíritu de Managua se traduce de hecho en una condena global de la política centroamericana de la Administración Reagan.Las alusiones expresas a Estados Unidos se redujeron a diez en el documento y se aligeró sustancialmente el tono de algunas de ellas, aunque los noventa miembros de pleno derecho aprobaron por aclamación los 64 artículos.
El canciller nicaragüense, Miguel d'Escoto, que ha presidido las sesiones plenarias, resumió en su discurso de clausura el sentido de la conferencia: "Es una derrota total del imperialismo norteamericano".
Junto con Estados Unidos, Suráfrica e Israel han sido destinatarios de los anatemas más virulentos. La creciente presencia militar israelí en el área ha merecido durísimas condenas, con una mención a su "historial de crímenes cometidos durante 35 años en Oriente Próximo". A juicio de los no alineados, Israel sería un agente de Estados Unidos en su política intervencionista en América Latina.
Por lo que respecta a la situación general de Centroamérica, los no alineados consideran que los procesos de cambio que se están produciendo no pueden atribuirse a un enfrentamiento ideológico Este-Oeste. Hacen un llamamiento a todos los Estados a que resuelvan sus problemas por sí mismos.
En el caso específico de Nicaragua, luego de exhortar a Estados Unidos a que adopte una posición constructiva de diálogo, condenan "las agresiones" contra ese país, la utilización de territorio norteamericano y de países vecinos para "entrenar fuerzas contrarrevolucionarias", "la violación del espacio aéreo y aguas territoriales por aviones y barcos estadounidenses" y, en general, todos "los sabotajes que desde 1979 han causado la muerte a más de cuatrocientos nicaragüenses". Los no alineados "condenaron particularmente los sistemáticos ataques que efectúan bandas armadas de ex guardias somocistas contra Nicaragua".
Ante la gravedad de la situación, el movimiento reiteró su firme solidaridad con el Gobierno sandinista "en su valiente lucha con miras a defender y consolidar su revolución". Tras mostrar su satisfacción por "la reiterada voluntad de paz de Nicaragua", se expresa la simpatía hacia iniciativas como las propuestas por México y Venezuela, e invitan a Honduras a que se sume a ellas.
Acerca de El Salvador, los no alineados se muestran preocupados por el deterioro de su situación, provocado por "la intervención y la represión imperialista". Piden que la solución pacífica del problema llegue mediante una negociación que involucre a todas las fuerzas representativas, "una de las cuales, el FDR-FMLN, ha hecho una propuesta, acogida con beneplácito, en favor de un diálogo sin condiciones previas". Pese a las cautelas del lenguaje diplomático, esta declaración supone de hecho un reconocimiento de la representatividad política de la oposición salvadoreña.
El Movimiento manifiesta su preocupación por las amenazas de agresión militar contra Cuba.
Puerto Rico y Malvinas
En el capítulo colonialista, los acuerdos se centran en Puerto Rico y Malvinas. En el primer caso, se reafirma el derecho inalienable del pueblo puertorriqueño a la libre determinación y la soberanía argentina sobre el archipiélago del Atlántico Sur. El litigio territorial existente entre Guyana y Venezuela mereció un texto bastante ambiguo que se limita a invitar a los dos países a que resuelvan el contencioso por vías de negociación. Se reconoce el derecho de Bolivia a tener una salida al mar.
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