Roma pone en marcha un proyecto para salvar el centro arqueológico de la ciudad desde el Coliseo hasta la Appia Antigua
Podría ser la noticia arqueológica del siglo. Se trata de reestructurar la que está considerada como zona arqueológica, más importante del mundo. Va desde el Coliseo hasta la Appia Antigua. Los trabajos van a empezar el 1 de marzo próximo. El proyecto abarca seis fases, con un total de diecisiete años de trabajo. El punto final se pondrá en el año 2000.Como ha declarado el alcalde de Roma, Ugo Veterel desde ese momento Roma será otra. Porque no se trata sólo de una operación artístico-cultural, sino también político-social, ya que se intenta designar esa inmensa zona arqueológica para uso ciudadano. No será, pues, un museo cerrado, sólo para visitar. Será más bien una parte viva de la ciudad, un gran parque para chicos y grandes. Gratis. Los museos, con todas las obras de arte ya existentes, más las que saldrán a la luz ahora durante las excavaciones que van a realizarse, estarán allí, en la misma zona arqueológica, para que la gente de Roma y de fuera no tenga que trasladarse fuera para visitarlos. Se los encontrarán allí, a sus pies, mientras pasean o van al trabajo o a hacer la compra.
Una de las cosas más espectaculares de este gigantesco proyecto es,la demolición de la gran avenida actual de los Foros Imperiales, que va desde el Coliseo hasta la Plaza de Venecia. Se trata de una obra de los tiempos de Mussolini, que dividió en dos la gran área de los Foros para regalarle a los coches esa horrible pista de cemento que vio sepultada una parte preciosa de la gran riqueza de aquel museo viviente de arqueología.
Aunque hoy no se dice, para no crear demasiadas polémicas ni herir susceptibilidades, en el proyecto figura también la idea de demoler el gran monumento a la Patria de la Plaza de Venecia, que los turistas poco enterados del arte romano fotografían como una joya, mientras los romanos que poseen un mínimo de sensibildad artística la consideran como un puño en el estómago que quita la visilidad al Campidoglio, una de las mayores joyas del arte arquitectónico romano. Se le llama de hecho, despreciativamente, a este monumento musoliniano la tarta. Un parche de dudoso gusto artístico en el inmenso museo romano.
Arqueología como espectáculo
En la parte más delicada y fascinante de estos trabajos, es decir, las excavaciones, que no es sabe qué sorpresas podrán revelar, van a poder participar todos los ciudadanos. Se harán, en efecto, a los ojos del público. A esta operación se le ha llamado arqueología como espectáculo. Se construirán para ello una especie de grandes pasarelas sobre los foros, desde donde la gente podrá seguir todas las fases del trabajo de restauración y de excavaciones. Y en dichas pasarelas existirá toda una serie de material mural, que irá explicando todas las fases de la operación y servirá también para hacer exposiciones de arte, de pintura, de escultura y fotografía.
Uno de los motivos de esta operación a la vista de todos, han informado los concejales del Ayuntamiento, es que todos puedan ver con sus propios ojos "las barbaridades que se hicieron hace cincuenta años", enterrando pedazos maravillosos de historia como si se tratara de chatarra vieja.
Algunas de las posibilidades para la utilización ciudadana de parte de los foros se presentarán a concursos internacionales para poder recibir, de este modo, ideas y proyectos de los mayores arqueólogos, arquitectos y artistas del mundo.
Toda esta enorme área arqueológica no acabará como un gueto artístico-cultural vallado dentro de la ciudad de Roma. Deberá ser, al revés, una especie de cremallera entre la ciudad moderna y el corazón histórico de la vieja Roma, que también se va a cerrar prácticamente al tráfico de coches. ,
Se intenta, al revés, romper con el tabú de las dos Romas separadas, la nueva, viva, activa, funciona¡; y la antigua, paralizada, inútil y cerrada con llave. La zona deberá ser más bien una parte esencial de la vida ciudadana. Será casi como volver a los tiempos gloriosos de la Roma antigua, que en los foros tenía el corazón de la vida pública de la ciudad.
Será esta zona el gran escenario público de Roma para todas sus manifestaciones ciudadanas, tanto de grupo como de masa, tantoculturales como efímeras, es decir, de diversión popular, de encuentros, de fiesta ciudadana. Y como una gran exposición permanente de todas las artes, pero con sus cafés, con sus parques para los niños, con todo lo que hace agradable a un ciudadano pararse en un lugar que el mundo entero envidia.
La primera fase de la operación que empezará el primero de marzo durará cinco años. Consistirá en la reestructuración de los Mercados de Trajano, las excavaciones en los jardines de calle Alessandrina, la creación de un nuevo taller de obra en los Foros de Nerva y la construcción de calles nuevas que unan la zona arqueológica a la ciudad. Serán, en algunos casos, recuperados los antiguos itinerarios históricos, como los de calle Carbonari y Ponella.
La segunda fase, que durará quince años, prevé la destrucción de la actual avenida de los Foros Imperiales y las consiguientes excavacimies para ampliar y reconquistar toda la gran zona arqueológica de la Roma histórica del tiempo de los emperadores.
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