El presidente argentino reitera en Brasil su deseo de devolver el poder a los civiles

Reynaldo Bignone, presidente de Argentina, reiteró ayer en su primer viaje al extranjero, en la localidad brasileña de Foz de Iguazú, el compromiso de la Junta Militar que gobierna en Buenos Aires de devolver el poder a los civiles, si bien no especificó la fecha de esta transacción. Bignone asistió en esta ciudad brasileña a la inauguración, junto con el presidente de Brasil, Joao Baptista Figueiredo, de un puente internacional.

En los discursos previos a la reunión privada que mantuvieron por la tarde de ayer los presidentes de Argentina y de Brasil, coincidieron en destacar "la imperiosa necesidad de estrechar los vínculos latinoamericanos para enfrentar los desafíos de la actual coyuntura internacional".En la parte final de su discurso el presidente argentino trazó un paralelo entre el proceso electoral que se desarrolló en Brasil y que se efectuará próximamente en Argentina. "Esa es una de las grandes realizaciones del Gobierno brasileño y nosotros ya hemos iniciado ese proceso". Recordó en ese sentido que poco después de asumir la presidencia había declarado "algo que hoy reitero con la misma convicción: que mi única aspiración es ser el último presidente argentino no electo por la voluntad popular".

- Reynaldo Bignone, quien al delegar el mando en el ministro del Interior, general Reston, antes de partir de Buenos Aires, le dijo: "Espero que me lo devuelva sin novedad, sin problemas y sin deuda externa", llegó a primera hora de la mañana a la localidad brasileña de Foz de Iguazú acompañado por una comitiva de veinticuatro personas, y fue recibido por su colega brasileño, Joao Baptista Figueiredo, quien se encontraba en el lugar desde la noche anterior.

Los dos jefes de Estado pronunciaron sendos discursos al inaugurar las obras del denominado Puente de la Amistad, que unirá el puerto brasileño de Meira con el de Iguazú, en Argentina, obra que ambos calificaron como "una muestra más de la vocación por lograr la integración entre ambas naciones".

Figueiredo recordó, por su parte, en su mensaje, que el conflicto que enfrentó a Argentina y a Gran Bretaña en el Atlántico sur puso de relieve "nuestra manifestación inequívoca de solidaridad" entre argentinos y brasileños, y destacó que Brasil insiste en la "solución negociada del problema".

Portavoces de ambas cancillerías coincidieron en afirmar que en la reunión privada que sostuvieron a mediodía en un hotel de Foz de Iguazú, los dos presidentes analizaron temas bilaterales y también de coyuntura latinoamericana, como el sistema interamericano de defensa. La situación del problema de las Malvinas y las repercusiones de la visita de Margaret Thatcher a las islas.

También se debatió la situación económica de los dos países, que recientemente solicitaron créditos al Fondo Monetario Internacional, y la evolución de la deuda externa latinoamericana fueron otros de los temas prioritarios de la conversación privada a la que posteriormente se incorporaron los dos cancilleres.