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EE UU confía en que la próxima visita de Beguin a Washington sirva para acelerar la aplicacion del plan de paz de Reagan

El Gobierno norteamericano tiene la esperanza de que la próxima visita, confirmada hoy, a EEUU del primer ministro de Israel, Menájem Beguin, así como la prevista del, rey Hussein de Jordania contribuyan a despejar la compleja situación diplomática que impide el desarrollo del plan de paz para Oriente Próximo propuesto por el presidente Ronald Reagan.

La difícil negociación entre árabes e israelíes para. la retirada de todas las tropas extranjeras de Líbano, junto a la expansión de nuevas colonias israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania, son los hechos que más preocupan en estos momentos a la Casa Blanca.Un portavoz de la Casa Blanca confirmó ayer que el primer ministro Menájen Beguin podría viajar a Washington a principios de este año, tal y como estaba previsto, aunque precisó: "Jamás hemos dicho que esta visita tendrá lugar en el mes de febrero". Hasta hoy se ha especulado, con la posibilidad, desmentida en Tel Aviv y sin confirmar en Washington, de que el presidente Reagan hubiese aconsejado al jefe del Gobierno israelí aplazar su visita a Washington en caso de que no se culmine en breve la retirada de las tropas israelíes de Líbano.

De "desafortunada y contraproducente" calificó el Departamento de Estado la nueva estrategia de Tel Aviv de potenciar la expansión de las colonias en la región de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967. Es un gesto totalmente opuesto a la propuesta lanzada el pasado 1 de septiembre por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, que pide la creación en el territorio de Cisjordania de una entidad palestina asociada al reino de Jordania. Por otra parte, el Gobierno de Israel pone una serie de trabas al abandono completo de sus tropas estacionadas en Líbano, condicionando suretirada a la salida de los soldados sirios y las fuerzas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que también ocupan parte del territorio libanés.

Sin un gesto de Tel Aviv en pro de la moderación en Oriente Próximo (por ejemplo, la salida de fuerzas militares de Líbano y la congelación de la instalación de nuevas colonias en Cisjordania), Washington dificilmente conseguirá vincular a Jordania a la mesa de negociaciones para un arreglo en Oriente Próximo.

Una nueva misión para Philip Habib

Philip Habib, el enviado especial del presidente Reagan para asuntos del Oriente Próximo, se encuentra de nuevo en la zona en un intento de forzar la negociación.La nueva misión de Habib en las capitales de Oriente Próximo debería concluir con la confirmación de la próxima visita a Washington del primer ministro israelí, Menájem Beguin. Viaje que, un tanto en función de sus resultados, sería seguido de una nueva visita a la capital norteamericana del rey Hussein de Jordania.

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Considerado como pieza clave en el ajedrez árabe-palestino-israelí, el monarca jordano sólo desempeñará el papel que le tiene reservado Washington bajo condiciones. Primero, con garantías de moderación por parte de Tel Aviv -que sólo Washington, a su vez, puede forzar- y, en segundo lugar, con garantías de que EE UU aceptasía la presencia de una delegación jordano-palestina en la ronda negociadora destinada a crear un territorio palestino en Cisjordarnia bajo control de Jordania. Un tercer elemento sería la obtención, por parte de Jordania, de una importante ayuda económica norteamericana y de Arabia Saudí.

El apoyo saudí a la presencia de una delegación jordano-palestina en el proceso negociador en Oriente Próximo es considerado vital por parte de los analistas norteamericanos.

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