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El déficit del Fondo de Garantía Salarial correspondiente a 1982 puede superar los 15.000 millones de pesetas

El Fondo de Garantía Salarial puede tener un déficit, correspondiente al pasado año, en torno a los 15.000 millones de pesetas. Los ingresos calculados para 1982 se sitúan alrededor de los 25.000 millones de pesetas, a los que habría que sumar 2.000 millones más de remanente de ingresos de ejercicios anteriores, mientras que los pagos a los trabajadores que el Fondo se vería obligado a realizar pueden ascender a los 42.000 millones de pesetas, según datos que la Administración anterior aportó al nuevo Gabinete. Para equilibrar este desfase habría que duplicar la cuota a los empresarios, posibilidad que no ha sido llevada a la práctica por el anterior Gobierno.

El Fondo de Garantía Salarial esta financiado con las cotizaciones empresariales -recaudadas por la Tesorería de la Seguridad Social-, al tipo fijado por el Gobierno que lo puede modificar en función de sus necesidades. Actualmente el tipo de zotización es del 0,5%. Tiene como función hacer frente al pago de salarios e indemnizaciones debidas a trabajadores por empresas declaradas judicialmente insolventes. También estran en sus funciones el pago del 40% de las indemnizaciones por despidos irnprocedentes en empresas de menos de veinticinco trabajadores, cuyo empresario opta por la no readmisión.Al elaborar a mediados de 1981 el anteproyecto de Presupuesto para 1982, se previó, con arreglo al tipo de cotización del 0,5%, una recaudación por la Seguridad Social de 27.000 millones de pesetas. Una vez descontados los capítulos de remuneraciones de personal y compra de bienes y servicios, la cuantía posible de prestaciones a trabajadores se fijó en la cifra de 25.748 millones de pesetas.

Previsiones desbordadas

Las previsiones se vieron rápidamente desbordadas. Según los datos que la anterior Administración ha traspasado al nuevo equipo, en el mes de julio de 1982 ya se había alcanzado la cifra de 24.888 millones de pesetas. De esta cantidad, más de 21.000 millones de pesetas corresponden a salarios e indemnizaciones dejados de pagar por empresas declaradas insolventes, y 3.757 millones consecuencia de que el Fondo asurniera el pago del 40% de las indemnizaciones por despidos improcedentes en las pequeñas empresas.En esos siete primeros meses los trabajadores beneficiarios fueron 81.888, de los cuales 66.484 lo fueron en casos de salarios o indemnizaciones no abonadas por empresas Insolventes. Y 15.404 fueron trabajadores pertenecientes a empresas pequeñas cuyos propietarios optaron por la no readmisión, debiendo pagar el Fondo el 40% de las indemnizaciones fijadas. El número de empresas a que pertenecían estos trabajadores fue 16.851. De ellas, cerca de 8.000 declaradas insolventes y el resto con plantillas inferiores a veinticinco trabajadores.

Las provincias en las que las prestaciones abonadas han sido mayores son Barcelona, con 6.430 millones de pesetas; Madrid, con un montante cercano a los 4.000 millones, y Valencia que superó ligeramente los 2.000 millones de pesetas. En ese mismo período, es decir, de enero a julio, las recaudaciones efectuadas por las tesorerías de la Seguridad Social fueron, en cifras provisionales, de 12.506 millones de pesetas.

El desfase entre las recaudaciones y los pagos es justificado por el equipo saliente por "la crisis económica y el extraordinario aumento de insolvencias, suspensiones de pagos y quiebras de las empresas; la nueva función atribuida al Fondo de abonar el 40% de las indemnizaciones en empresas pequeñas, y el mayor conocimiento y divulgación entre trabajadores y abogados laboralistas de la existencia y posibilidades del Fondo de Garantía Salarial". En las argumentaciones se dice que mientras que en el segundo semestre de 1981 las prestaciones oscilaron sobre una media de 3.200 millones mensuales, en 1982 se han incrementado en 3.500 millones de pesetas mensuales.

En diferentes ocasiones el Fondo manifestó la necesidad de incrementar el tipo de cotización. La primera con motivo del Real Decreto 125/1982 de 15 de enero sobre tipos de cotización a la Seguridad Social. El 13 de mayo, y dado que el crédito autorizado de 25.787 millones para pagos a trabajadores era previsible que se agotara en septiembre, se presentó una petición de suplemento de crédito por importe de más de 12.212 millones de pesetas lo que supondría un crédito total para 1982 de 38.000 millones de pesetas. En el expediente se señaló que la financiación se podría llevar a cabo mediante un aumento del tipo de cotización, o en su defecto con anticipos de la Tesorería de la Seguridad Social, entrando en déficit con ella el Fondo en la cuenta interna que mantienen.

La Dirección General de Presupuestos del Ministerio de Hacienda contesta el 16 de setiembre en escrito dirigido al subsecretario de Empleo, en el que dice que, aunque el desajuste financiero puede resolverse transitoriamente mediante un anticipo de fondos de la Seguridad Social, el equilibrio final debe producirse con las aportaciones derivadas de un aumento del tipo de cotización.

El Consejo de Ministros de 15 de octubre se pronuncia en el mismo sentido, sin que, sin embargo, se produzca la elevación de los tipos. El citado Consejo de Ministros aprueba un suplemento de crédito de poco más de 1.132 millones -el 5% del presupuesto, límite de su competencia-. Anteriormente el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Santiago Rodríguez Miranda, autoriza el 5 de octubre, con carácter transitorio y provisional, anticipos por la Seguridad Social, con los que se están abonando las prestaciones a los trabajadores.

El problema de la financiación

Los documentos aportados por la anterior Administración al nuevo Gabinete subrayan el grave problema de financiación que tiene planteado el Fondo de Garantía Salarial. La recaudación por cuotas está calculada en 1982 en unos 25.000 millones de pesetas que con los 2.000 millones de pesetas procedentes de superávit de ejercicios anteriores situarían el total de fondos en los 27.000 millones de pesetas. Sin embargo el pago de prestaciones a trabajadores se eleva, de acuerdo con los mismos cálculos, a los 42.000 millones de pesetas, lo que daría un déficit en torno a los 15.000 millones de pesetas.Entre las soluciones que se podrían arbitrar para resolver el desajuste entre ingresos y prestaciones, los autores del documento señalan la ya apuntada de anticipos de la Tesorería de la Seguridad Social, y la elevación del tipo de cotización empresarial, actualmente en un 0,5%. En este sentido, se advierte que para enjugar el déficit existente y para abonar en 1983 las mismas cantidades que en 1982, el tipo, a partir del 1 de enero pasado, debería ,haberse situado por encima del 1%, debiendo irse incrementando cuanto más se demore.

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