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El palacio de la Virreina, de Barcelona, expone más de 450 obras del pintor Ramon Casas

En 1877 Ramon Casas i Carbó tenía 11 años. Había nacido un 5 de enero de 1866 en la casa que ocupaba los números 11 y 13 de la calle Nou de Sant Francesc de Barcelona. Fue en ese año de 1877 cuando el futuro pintor, a instigación paterna, abandonó los estudios de bachillerato que cursaba en el colegio Carreras, en el barrio de Sant Gervasi, para iniciarse como discípulo de Joan Vicens, a la sazón profesor de la Llotja. Los especialistas en Casas no ven en ello tanto un rechazo de la pintura académica como la voluntad del padre de que la educación de su vástago fuera individualizada y eficaz. Es la misma voluntad que hace que Ramon parta para París en 1881, acompañado de suprimo Miquel Carbó.Ese mismo año había publicado su primer dibujo titulado Records d'altre temps en la revista L'Avenç. Representaba los claustros del monasterio de Sant Benet de Bages, donde su familia poseía una fábrica de hilados. Esta primera publicación fue seguida de pequeñas historias humorísticas: Lo moro y cristià y Los rivals. Nada tiene pues de extraño que, a su marcha, los responsables de la revista nombraran a Casas corresponsal en París. Entre éstos estaban el escritor y editor Jaume Massó (1863-1943), cuyo retrato al carbón i acuarela figura en el Palacio de la Virreina, con el número 106, y Josep Meifrèn.

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'La carga', una visión del poder

Una visita a la Virreina debe empezar, casi necesariamente, por La carga, nombre popular e inevitable del cuadro titulado Barcelona, 1902. La obra, de monumentales dimensiones -298x470,5 centímetros-, está firmada y fechada por Casas en 1903. Sin embargo, parece que en realidad fue pintada hacia finales de 1899 y presentada al comité de la sección española de la Exposición Universal de París de 1900, que la rechazó, aceptando dos obras de Casas: los retratos de Elisa Casas y Erik Satie. La fortuna para esta tela llegó más tarde. Barcelona, 1902 obtuvo la Medalla de Primera Clase en la Exposición General de Bellas Artes celebrada en Madrid en 1904 y valió a su autor el título de societaire del Salón Champs de Mars de París, en 1903. El título puesto a la obra por Casas hace referencia a la huelga general que tuvo lugar en Barcelona en febrero de 1902.

Dos versiones de 'La carga'

De esta pieza existen dos versiones: la que se expone en la Virreina y una segunda en una colección particular estadounidense, pintada por encargo de Charles Deering, uno de los amigos perso nales de Casas, objeto de no pocos cuadros y caricaturas -ver por ejemplo los números 185 a 192 ambos inclusive, donde Deering aparece en el dentista (185), con el propio Casas (186 y 191) y sólo (187, 188, 189, 190 y 192)-.Un segundo cuadro importante es el titulado Garrote vil (óleo sobre tela de 127x166,2 centímetros). Fechado en 1904, debió ser pintado hacia 1900. Representa el ajusticiamiento de Aniceto Peinador, que tuvo efecto en Barcelona en 1893.

Casas presenció esta ejecución. Impresionado por ella publicó un boceto de lo que más tarde sería el cuadro en la revista Pel & Ploma, en 1900, con la aclaración "estudi per en Peinador". Es posible que la composición del cuadro tuviera en cuenta el ajusticiamiento de Isidre Mompart, en 1892, que congregó a una ingente cantidad de curiosos, debido a que hacía casi veinte años que no había ejecuciones en Barcelona. Con este cuadro ganó Casas la primera medalla de la Exposición de Munich en 1901.

Corpus. Sortida de la processó de l'Església de Santa María es el título del tercer gran cuadro de Casas que trata temas sociales directamente inspirados en la historia de la ciudad. Fechado en 1898, remite a los hechos ocurridos en Barcelona el 7 de junio de 1896, cuando explotó una bomba en la calle de Canvis Nous, cerca de Santa María del Mar, durante la procesión de la festividad de Corpus.

Pero la visita a la Virreina exige una parada atenta en las salas situadas en la planta cuarta del Palacio, verdadera selección de la historia de Barcelona y de España en los años del cambio de siglo. Un total de 229 dibujos, en su mayoría al carbón, a veces coloreados con pastel, componen una galería de personajes sin los cuales nuestra historia sería muy distinta.

Los retratos

Los retratos expuestos pertenecen en su totalidad al Museu d'Art Modern de Barcelona. Doscientos de ellos proceden de la donación efectuada por el propio Ramon Casas en 1909, el resto es de procedencia diversa.Los dibujos fueron efectuados, en su mayoría, a partir de 1897, fecha en la que se abrió en Barcelona la cervecería Els Quatre Gats, fundada por Utrillo, Romeu, Rusiñol y el propio Casas. El local fue, durante los años finales del siglo pasado y los primeros de este, un centro de reunión de los intelectuales que vivían o pasaban por Barcelona.

Centro habitual de tertulia, en Els Quatre Gats ésta se compaginaba con sesiones literarias, conciertos e incluso representaciones teatrales. Allí leyó poemas inéditos Joan Maragall, cuyo retrato, sentado, al carbón con ligeros toques de pastel es el número 95 de la exposición. Interpretaron sus propias piezas Isaac: Albéniz -retrato número 2, carbón y carmín- y Enric Granados -retrato número 72, carbón con ligeros toques de pastel-.

Junto a ellos figuran un jovencísimo Pompeu Fabra y un más joven aún Pau Casals, el alcalde de Barcelona Guillem de Boladeras, el presidente de la Generalitat Francesc Macià, el actor Enrie, Borràs, los escultores Miquel Blay, i Josep Llimona, escritores, periodistas, abogados, políticos músicos.

Pero si muchos de estos dibujos tienen su origen en la cervecería, otros lo tienen en la estancia de Casas en Madrid, en 1904, año en que obtuvo el premio por La carga. Casas mantuvo en la capital estrecha relación con los pintores Eliseu Meifrén -retratos número 109 y 215, si bien éstos pudieron ser pintados en Barcelona, dado que. ambos eran contertulios habituales en Els Quatre Gats-, y el valenciano Joaquín Sorolla -retrato número 175-, y el escultor catalán Agustí Querol -retrato número 147-, en cuyo estudio pintó el retrato equestre de Alfanso XIII, actualmente en el Musec, de Riofrío en Segovia. En Madrid dibuja Casas a Baroja, Unamuno, los hermanos Quintero, Azorín, Ruperto Chapí...

El éxito de Casas en esa época era ya total, y pasa a retratar a buena parte de las familias de la burguesía catalana: retrato de la señora Baladia -pieza número 59-, retrato de Isabel Llorach -número 49-, de la viuda de Codina -número 51- y de Dolors Vidal -número 60-.

Habría que añadir los cuadros dedicados a Julia, su modelo y compañera, sus autorretratos -solo o acompañado-, los carteles para diversos anuncios, los que reflejan el vaporoso mundo del Liceo, los de tema popular, algunos taurinos y... hasta los 221 que hay expuestos, formando una de las antologías más interesantes de los últimos años, por lo que tiene de introdución a la pintura y, a la vez, de introducción a la historia. Exposición que sólo tiene un ligero inconveniente: los catálogos editados hacen nacer al pintor cuando este tenía ya 20 años.

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