El presidente argentino anuncia elecciones generales para antes del próximo 6 de noviembre
Las elecciones nacionales, provinciales y municipales argentinas tendrán lugar "no más tarde del 6 de noviembre del próximo año", según anunció anoche el presidente Reynaldo Bignone. Estos comicios su pondrán el retorno de Argentina a la vía constitucional después de casi ocho años de régimen militar.
En una alocución televisada con motivo de las fiestas navideñas, Bignone señaló que está en condiciones de "comprometer en nombre del Gobierno nacional, que en el mes de febrero próximo se dará a conocer al país el calendario electoral completo".Añadió que en el tiempo que resta hasta esa fecha se realizarán consultas con los partidos políticos y adelantó que se tomarán medidas tendentes a agilizar el proceso electoral. Una de ellas consistirá en la modificación de una parte del estatuto de los partidos políticos para lograr que el día 30 de marzo de 1983 puedan presentar la cantidad mínima de afiliados que se requiere.
El Gobierno militar argentino, acosado por la protesta popular y la crisis económica desde la derrota en la guerra de las Malvinas, ya había anunciado a comienzos del presente mes la necesidad de adelantar las elecciones, previstas en un principio para marzo de 1984.
El pasado día 16, 100.000 personas que tomaron parte en la Marcha por la Democracia exigieron la inmediata retirada de los militares de la administración del país.
La declaración del general Bignone se produce justamente cuando aumentan en la capital argentina los rumores sobre la posibilidad de un golpe de Estado. Las declaraciones, casi simultaneas, de un portavoz del Ejército, el ministro del Interior y el comandante en jefe de la Aviación, es una clara advertencia del régimen a la oposición, en momento en que el país se encuentra en un atolladero político, social y económico.
"Los políticos quieren echarnos otra vez", afirmó el portavoz del Ejército, cuyo nombre no fue revelado, al comentar la Marcha de la Democracia. "Hoy nadie nos apoya, ni siquiera los perros, pero somos sólidos". Gracias a esta solidez "podremos garantizar el retorno de las instituciones", precisó.
Los militares son criticados acusados tanto por cuestiones económicas y políticas como por las relativas a las violaciones de los derechos humanos.
El ministro del Interior, general Llamil Reston, y el comandante en jefe de la Aviación, brigadier Augusto Hughes, amenazaron igualmente: él diálogo "sin exigencias subalternas o desproporcionadas" es la única tabla de salvación, dijeron.
Sin embargo, Reston desmintió al diario Clarín los rumores de golpe e irónicamente dijo que "el único golpe que se avecina es el de Melchor, Gaspar y Baltasar."
Hasta el momento, las ofertas oficiales para una concertación han fracasado, así como la mediación de la Iglesia y los contactos bilaterales de los partidos.
"La profundización de los antagonismos entre las Fuerzas Armadas y los ciudadanos corre el riesgo de transformarse en un golpe de Estado", afirmó el brigadier Hughes.
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