El Insalud conoce la venta en España de fárniacos, prohibidos en el extranjero

La comisión de sanidad del PCE se ha hecho eco de una información del Insalud sobre dos fármacos (fenacetina y noramidopidina) prohibidos o controlados en el extranjero los cuales se expenden con normalidad en España y solicita de "la nueva Administración que revise estos fármacos".La revista Información Terapéutica, del Instituto Nacional de la Salud, recoge en su número del pasado mes de septiembre que la fenacetina, preparado utilizado como analgésico, se ha retirado gradualmente del mercado farmacéutico o es controlado severamente su uso, en razón de su potencial acción nefrotóxica, en los siguientes países: Suecia, Dinamarca, Finlandia, Canadá, Reino Unido, Israel y Francia, y En Estados Unidos muchos fabricantes lo han retirado por su cuenta. En España, según la misma información, hay 118 especialidades con fenacetina. El 63,5% son combinaciones analgésicas o antimigrañosas, el 33% son preparados antigripales y el resto se encuentra en el grupo de los antirreum áticos.

La citada revista señala que otro preparado, la noramidopirina, se encuentra en la misma situación, al haber sido retirado o estar sometido a un rígido control en Dinamarca, Reino Unido, Suecia, Japón, Alemania y Estados Unidos, en función de posibles efectos de depresión de médula ósea, agranulocitosis, erupciones cutáneas y shock anafiláctico. En España hay 90 especialidades de medicamentos que contienen noramidopirina metanosulfonato magnésico y otras 299 especialidades con noramidopirina metanosulfonato sódico.

Señala el PCE que "sorprende que tras esta información dada por un organismo oficial, la Seguridad Social no haya dado instrucciones para limitar o prohibir el uso de estos fármacos".

El PCE considera "urgente que la nueva Administración socialista revise los citados fármacos y el conjunto de especialidades farmacéuticas existentes en el mercado español, para que se retiren las nocivas o que comporten riesgos graves para la salud, se abra el registro con criterios de eficacia probada y ausencia de riesgos para los nuevos medicamentos, se po tencie la industria nacional y, en definitiva, se racionalice la farmacopea española".