El académico Alarcos Llorach publica su ensayo sobre 'El español, lengua milenaria'

El español, lengua milenaria (y otros escritos castellanos), del académico Emilio Alarcos Llorach, y Vida popular en Castilla y León a través del arte, de Marciano Sánchez, son los nuevos títulos publicados por Ambito Ediciones, editorial surgida en Valladolid para divulgar temas relacionados con la región castellano-leonesa y que lleva ya publicados seis volúmenes.Estos dos ensayos son los primeros que ven la luz tras los cambios sufridos en los órganos gestores del grupo, integrados ahora en su totalidad por profesores, intelectuales y personas relacionadas con el mundo de la cultura, que han evitado con su aportación económica la posible desaparición de la única editorial nacida con vocación regional.

Julio Valdeón, catedrático de historia medieval y decano de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, es el nuevo presidente del grupo. Ambito publicará antes de final de año otros dos nuevos libros: Personas, libros y lugares, del historiador palentino, afincado en Sevilla, Ramón Carande, y El regadío, una alternativa a la agricultura de Castilla-León, de Fernando Molinero.

También se anuncian para fechas próximas Judíos, moriscos y conversos, de José Jiménez Lozano; La ecología de Castilla-León, de Ramón Grande del Brío, y Dinámica y caracteres del crecimiento industrial de Castilla-León, de Fernando Manero.

La obra de Emilio Alarcos Llorach, recientemente presentada, tiene dos partes claramente diferenciadas. El lingüista y académico analiza en la primera la formación del español como lengua milenaria. "Sin duda, el castellano", dice, "ya se hablaba con anterioridad a las glosas emilianenses. Cada generación fue aportando novedades, rechazando viejas normas y aceptando otras recientes". Posteriormente analiza la contribución del leonés a la lengua castellana.

La segunda parte del libro engloba dos estudios de Alarcos Llorach, referidos a Jorge Guillén y Miguel Delibes, y el pregón pro nunciado por el autor en 1974, que expresa "mi conjunción particular entre Valladolid y mis propias vivencias". Sobre Jorge Guillén afirma en el párrafo que sirve de resumen al estudio que, "aunque el poeta haya ido pasando desde la exultación juvenil del primer cántico hacia el tono elegíaco y más re citativo de los poemas posteriores, ni su concepción del mundo ni su peculiar metamorfosis lingüística de la realidad han variado esencialmente".

"La labor de Miguel Delíbes" escribe Alarcos respecto al autor de El camino, "ha ido creciendo orgánicamente como las capas concéntricas de un árbol. Sobre el tierno meollo inicial -las relaciones del hombre con la vida y con la muerte-, expuesto miméticamente en su primera novela, el escrito ha ido depositando sedimentos protectores y más amplios: las relaciones del hombre con los demás, con la naturaleza, con la historia".