Autodefensa de ganaderos

Aunque dudamos que nos publique en su periódico esta carta, nos atrevemos a dirigirnos a usted para informar a sus lectores que somos un grupo de ganaderos que hace unos meses que estamos haciendo lo que el señor Olarra anunció anoche por televisión, autodefendernos.

Estos meses de atrás, nuestras granjas eran asaltadas por la noche y nos robaban terneros, corderos y todo lo que de valor en las mismas teníamos. Naturalmente, denunciamos estos robos a la Guardia Civil, que hace cuanto puede por evitarlo, pero como tiene otros servicios preferentes, vigilancia de bancos (donde no hace mucho y en un pueblo cercano mataron los atracadores al empleado) y otros muchos servicios, que, por ser cuatro o cinco guardias para dos o tres pueblos, no nos pueden atender.

Por nuestra cuenta y entre todos los ganaderos hemos formado unos grupos de vigilancia que salimos por las noches con coches distintos y con escopeta (el que la tiene), recorriendo nuestras haciendas; con ello, de momento, hemos evitado los frecuentes atracos que veníamos padeciendo. Algo parecido ha hecho un fabricante de tejidos cuya fábrica fue desvalijada por las mismas fechas.

Creemos que esto no es anticonstitucional, pues, si lo es, los bancos hace tiempo que por aquí hacen una cosa parecida. A pesar de la vigilancia que con preferencia hace la Guardia Civil sobre ello, tienen sus puertas cerradas, y algunos con guarda jurado armado, que abre la puerta o no lo hace si no te conoce.

Vemos también que todos los partidos y políticos critican al señor Olarra, y, naturalmente, esto nos alcanza a los que hacemos lo mismo. Pero es muy fácil criticar cuando se está bien escoltado permanentemente con servicios policiales que pagamos todos los españoles.

En fin, tengamos un poco de confianza y a ver si este nuevo Gobierno, al que hemos votado casi todos los españoles, nos da esa tranquilidad ciudadana que tanto necesitamos y castiga a los culpables como deben hacerlo, y no como hasta ahora se ha estado haciendo, que hay ciertos delincuentes que en muy pocos meses han sido detenidos hasta cinco y seis veces, como pasó con los que mataron a la peluquera de Móstoles, y otros muchos más./