Pekín reitera su firme oposición al 'hegemonismo' soviético

El principal líder chino, Deng Xiaoping, repitió ayer que Pekín sigue oponiéndose firmemente al hegemonismo soviético a pesar de la reanudación del diálogo con la URSS sobre las relaciones de los dos países, virtualmente congeladas desde hace veinte años. En el curso de una entrevista con el primer ministro tailandés, Prem Tinsulanonda, acusó al Kremlin de incrementar sus fuerzas en el Pacífico.

Es la segunda vez en dos días que un dirigente chino enfatiza las diferencias entre Pekín y Moscú. El primer ministro, Zhao Ziyang, dijo el viernes a Tinsulanonda, jefe de un estrecho aliado de Washington, que China y Estados Unidos tenían un interés común en preservar la paz mundial.La declaración de Xiaoping, que se produce al día siguiente del relevo del ministro de Asuntos Exteriores, Huang Hua, parece destinada a rectificar la sensación de euforia diplomática producida la víspera por unas declaraciones de Hua a su regreso de Moscú -adonde había viajado encabezando la delegación china en el entierro de Breznev-, en las que se mostraba muy optimista a propósito de la normalización de las relacioneas chino- soviéticas.

Las autoridades chinas anunciaron el viernes el relevo de Huang Hua, de 69 años, por Wu Xueqian. En otra cartera clave, Defensa, a Geng Biao, aparentemente caído en desgracia por sus reservas hacia la política del hombre fuerte Deng Xiaoping, le ha sustituido el general Zhang Aiping. Los medios informativos de Moscú silenciaron ayer estos cambios importantes en el Gobierno de Pekín.

Huang Hua quizá no haya caído en desgracia

Fuentes chinas informadas, sin embargo, descartan un vínculo directo entre la sustitución de Hua y las declaraciones que hizo en Pekín sobre las relaciones de su país con la URSS, es decir, la modificación de la línea política expuesta por el ex jefe de la diplomacia china a Gromiko. Oficiosamente, el Gobierno chino había anunciado tiempo atrás el relevo de Hua, seriamente enfermo, quien, por otra parte, conserva su rango de viceprimer ministro y su asiento en el Comité Central del PCCh.

Deng Xiaoping subrayó en sus declaraciones con motivo de la visita a Pekín del primer ministro tailandés las amenazas que las dos superpotencias representan en el Pacífico asiático, y añadió que Estados Unidos es mal visto en razón de "su intervencionismo en esta región". Tinsulanonda dijo ayer en conferericia de Prensa que el sureste asiático "debe verse libre de la influencia ejercida por el conflicto entre superpotencias".

La larga entrevista de Moscú entre Andrei Gromiko, ministro soviético de Exteriores, y el relevado Huang Hua es objeto de intensas especulaciones periodísticas. Fuentes diplomáticas citadas por la agencia France Presse y el diario norteamericano The New York Times sugieren que en la larga conversación habrían podido sentarse las bases de un relanzamiento de las relaciones entre los dos colosos comunistas. En esta línea, el análisis de la entrevista por responsables de Vietnani y Afganistán va más allá y apunta a una próxima conclusión de importantes acuerdos sobre áreas de influencia entre Pekín y Moscú.

Puntualizaciones de Pekín dirigidas a Moscú

Las puntualizaciones posteriores del hombre fuerte Deng Xiaoping y el primer ministro, Zhao Ziyang, estarían destinadas a dar un toque de atencilón al nuevo líder soviético, Yuri Andropov, a propósito de las concesiones que Pekín espera sobre temas tan importantes para los dirigentes chinos como el despliegue militar soviético en sus fronteras, la ocupación de Afganistán y el apoyo de Moscú a la invasión de Camboya por Vietnam.

El importante cambio gubernamental chino ole hace dos días marca una nueva etapa de la consolidación del equipo del principal dirigente de Pekín. Los relevos en el Ministerio de Exteriores y en el de Defensa sobrevienen en un momento crucial tanto para una diplomacia en evolución en sus relaciones con Washington y Moscú como en el control de unas fuerzas armadas que esitán lejos de mantener una fidelidad unánime al régimen posmaoista.

El cambio de ministro de Defensa se produce precisamente cuando el equipo de Xiaoping se ha lanzado a una operación de control del Ejército, una formidable maquinaria con más de cuatro millones de hombres sobre las armas. Geng Biao, de 73 años, el ministro despedido, parcice que había mostrado sus reservas ante la desmaoización progresiva de las Fuerzas Armadas. Biao ha perdido a la vez su cartera ministerial y su puesto en el Consejo de Estado. Su nombramiento como responsable de Defensa había sido propiciado por Hua Guofeng, el hombre que Mao había designado para sucederle y que fue excluido por Deng Xiaoping y sus colegas.

Su sucesor, el general Zhang Aiping, 72 años, es un veterano de las luchas revolucionarias que parece en buena posición para asegurar un lazo firme entre Xiaoping y el sector militar que ve con inquietud el rechazo de la tradición maoísta. Partidario de la modernización del Ejército, un tema predilecto del líder chino, Zhang Aiping preside la comisión militar encargada de la compra de material bélico.