Moscú avisa a Japón contra el despliegue de aviones F-16 cerca de sus fronteras
El Gobierno de Moscú ha presentado una protesta formal al Gabinete japonés por el inminente despliegue en la base aérea de Misava (Japón) de nuevos cazabombarderos norteamericanos F-16, advirtiendo además que, en su momento, respondería con las medidas defensivas oportunas.Las autoridades de Tokio han rechazado la protesta oficial soviética, que les fue hecha llegar a través del embajador de Moscu en Tokio, Vladimir Pavlov.
Según informaba ayer el órgano del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Pravda, el Kremlin subrayaba en su nota de protesta que la acogida dada por los japoneses a los F-16 muestra "la conexión activa de Japón con los planes de crecimiento de los preparativos militares de Estados Unidos en el Extremo Oriente y en la parte occidental del océano Pacífico", lo que "complica seriamente la situación y crea en esa región un peligro para la paz".
El Gobierno de Moscú recordaba que la base aérea de Misava se encuentra cerca de la frontera soviética, "lo que representa de por si una amenaza directa a su seguridad", dado que el F-16 tiene "un gran radio de acción y es capaz de llevar armas nucleares".
El Kremlin pedía también a Tokio que reconsiderara su postura al respecto y sopesase "todas las consecuencias de su resolución", que afectan "incluso a la seguridad de Japón". En cualquier caso, se advertía, la realización de estos planes de instalación de los F-16 obligaría a la Unión Soviética a "responder con medidas de carácter defensivo para neutralizar este nuevo peligro que proviene del territorio japonés".
La declaración del Kremlin concluía mostrando "la convicción en que los intereses a largo plazo de los pueblos soviético y japonés responderán no a un aumento de la presión, sino a la búsqueda de las vías para el fortalecimiento de la confianza mutua y la cooperación".
A juicio de los observadores, el próximo despliegue sobre suelo japonés de los cazabombarderos norteamericanos F-16 puede servir como punto de coincidencia de los intereses de Pekín y Moscú, que recientemente iniciaron de nuevo algunos gestos diplomáticos de acercamiento.
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