Manuscritos de Napoleón, Stravinski y Neruda, a subasta desde ayer en Londres
"No tendré dónde comer. Por favor, contéstame con rapidez, porque estoy muy pobre y no sé qué hacer", escribió, en octubre de 1926, Pablo Neruda a su hermana. "Nunca he amado. Josefina es la primera mujer que adoro... La amo con furor", es una frase epistolaria de Napoleón Bonaparte a su hermano José en 1796. Sotheby's comenzó a subastar ayer en Londres una importante cantidad de manuscritos y documentos históricos, entre los que se incluyen éstos y muchos más, como partituras de Mozart, Bach y Chopin o cartas de Valéry, Cocteau, D'Annunzio y Benito Mussolini.
La joya central, que se espera alcance la mayor cotización de los 187 lotes subastados, es el manuscrito autógrafo de la partitura original de La consagración de la primavera, de Igor Stravinski.Entre todos estos escritos, llaman la atención las cartas y manuscritos de Pablo Neruda, chileno, premio Nobel de Literatura, que falleciera en 1973, y que cubren desde los años veinte hasta los últimos meses de su vida. Así, el 15 de agosto de 1972 escribió que "nuestro trabajo se desarrolla con la misma rutina cada día: veinte minutos de labor y ocho horas de descanso. Por suerte, en ambas actividades colaboramos con entusiasmo...".
Por lo que aparece en esta correspondencia -y la mayoría de estos manuscritos ha sido puesta a subasta por sus familiares-, Neruda sólo dio signos de optimismo tras su boda en Java, en 1930, con la holandesa Maruca ("Vivo muy feliz y he engordado mucho. Peso ochenta kilos ... ). En sus previos años de cónsul chileno en Rangún (India), sin embargo, echó de menos Europa ("Sólo allí quiero vivir... hacía más de un año que no hablaba castellano").
En esta correspondencia cuenta su "vida vagabunda" y en ocasiones habla de la política en Chile y en España ("... la terrible guerra española..."). En 1931 observó los problemas que tenía para publicar un libro en España. Otro lote subastado incluye borradores de poemas; algunos, aparentemente no publicados, como el que comienza con "No ames sino el instante" o "Un traje grande que quedó pequeño". Hay también borradores de ensayos sobre la España de Franco y el asesinato de Federico García Lorca, de 1954.
¿Música? Manuscritos de Mozart, Bach, Wagner, Berlioz, Haydn, Ravel, Strauss, Chopin; una carta de Verdi sobre Puccini y su ópera más sinfónica. Se subasta un manuscrito y un boceto de Miguel Angel y cartas y documentos de Monnet, Magritte, Toulouse-Lautrec y Rodin.
En el campo de la política se ponen a la venta la declaración de guerra, escrita a mano por Mussolini, que el dictador italiano leyó el 10 de junio de 1940 desde el Palazzo Venezia; una carta de la emperatriz Carlota de México, y unas instrucciones de Carlos V desde Bethume (Francia, 1554) al gran canciller de Milán para que reconociera a su hijo Felipe como duque de Milán; la misiva se sitúa en la última campaña militar de Carlos V.
En esta subasta aparece el certificado de matrimonio religioso de Napoleón con Josefina, el 1 de diciembre de 1804, la víspera de su coronación como emperador. Así lo había exigido la Iglesia, aunque ambos estaban ya desposados por la ley civil. Este es un documento cuya existencia negó el propio Talleyrand y que Napoleón se había resistido a firmar, pensando ya en las dificultades que supondría para el divorcio que ya tenía en mente. Asimismo surge aquí una carta con alteraciones autógrafas de Napoleón a Clarke, su ministro de la Guerra, instruyéndole, el 29 de marzo de 1813, para que informara al rey de España de que el Ejército francés tendría que vivir sobre el terreno, con la única excepción de los salarios de la tropa, que serían pagados de una partida especial de veinticuatro millones de francos.
