Cristianos de base lamentan que 'el Papa no haya venido a escuchar'

"El Papa se ha ido de Barcelona sin querer vernos y su venida ha extorsionado las posibilidades de una evangelización liberadora", comentaba ayer un portavoz de los doscientos cristianos, procedentes en su mayoría de Comunidades Cristianas Populares, Cristianos por el Socialismo y movimientos católicos obreros, que se habían recluído en la Iglesia del Pilar de Cornellá para hacer llegar al Papa "voces distintas de las que habitualmente oye".Habían ayunado y rezado durante 24 horas, con la esperanza lejana de que el Papa leyera su carta y luego se desviara ligeramente, a la salida del Camp Nou, para dialogar con ellos. En su carta, que habían cursado al abad de Monserrat para que éste se la entregara a Juan Pablo II, este grupo de cristianos decía: "no comprendemos que venga sólo a hablar y no a escuchar. Y sobre todo que no hable con los más pobres".

Pero el Papa emprendió su vuelo de regreso a Madrid , sin acercarse a la cripta del barrio obrero de Cornellá. "El Papa no ha venido a escuchar", dice su comunicado final, elaborado durante las 24 horas, por los ayunantes. "Nosotros seguiremos adelante con nuestra pastoral de liberación en el mundo del trabajo".

Paralelamente a este encierro se produjo otro, organizado por Justicia y Paz, cuyos integrantes pretendían ver al Papa para exponerle sus denuncias de la carrera de armamentos.