Estreno en Murcia de 'Federico', una obra que desmitifica la vida de Lorca
La Compañía Estable Regional Julián Romea ha estrenado en Murcia la obra de Lorenzo Piriz Federico, en la que desmitifica la vida del poeta, desde un punto de vista distinto al tópico, donde se narra la historia de una generación y se desvela un García Lorca que nunca dejó de ser niño, que construye su mundo de ficción a través de su especial sensibilidad de homosexual.
La dirección de César Oliva acentúa una historia que plantea la dualidad realidad-ficción del personaje y muestra un diálogo interior constante, resuelto mediante la creación de dos Federicos: el poeta, tal y como le conocimos, que protagoniza el actor Juan Meseguer, y lo que Piriz llama "la conciencia del poeta, sus sentimientos", que es encarnado por el niño Javier Jiménez.Esta es la gran aportación de la puesta en escena de Murcia, anteriormente escenificada de una manera. bastante azarosa en el último festival de Sitges.
El montaje de Federico "está por encima de la complejidad teatral clásica", según César Oliva, "ya que hemos necesita do crear un lenguaje específico que se hace mediante un seguimiento especial de luz". La narración, rapidísima en la segunda parte de la obra, exige, por otro lado, una sucesión constante de escenas. La obra termina por contar con un total de veinte cuadros, y ninguno de ellos dura más de diez minutos. Ello trae consigo, según resaltan autor y director, la gran dificultad de esta biografía.
Piriz comenta que la obra la escribió durante el pasado invierno, después de leer la novela de Carlos Rojas El ingenioso hidalgo y poeta Federico García Lorca asciende a los infiernos, con la que le visitó en diciembre de 1981, en Nueva York, César Oliva, proponiéndole un montaje en base a dicho texto. Piriz, que ya había estrenado hace dos años en Murcia su obra Juana la Loca, cuenta que se entusiasmó con esta nueva visión del poeta granadino, asesinado en los comienzos de la guerra civil, y abandonó su residencia americana para trasladarse hasta un pueblo de la huerta murciana, donde terminó de escribir sobre un personaje que, desde antaño, le resultaba muy familiar. "Mi tío abuelo, Josep Carbonell, me dio a conocer algunas cartas de García Lorca, al que he querido explicar aquí, dar a conocer quién era aquel personaje capaz de crear Doña Rosita, la soltera, una verdadera autobiografía, o el drama de Bernarda Alba, donde aflora toda la tragedia de su homosexualidad".
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