La Maura, sin navidades

Los sudores de quienes se proponen primeras películas rara vez están recompensados. Convencen a enemigos, trapichean con créditos, y rebuscan protecciones; cuando llegan a rodar, aunque están extenuados, encuentran fuerzas para plasmar sus ideas, hacer su trabajo, abrirse un camino. Hay directores jóvenes, que vencen en esa guerra y realizan películas notables, curiosas o, en su caso, espléndidas. Otros, por el contrario, fueron véncidos por los elementos. Más que de una expresión artística, el cine joven se está convirtiendo en una lucha medieval, o se gana o se muere.Pocas veces se vence del todo. Aunque la película llegue a buen fin y el director tenga talento, su explotación comercial depende sólo de los intereses de las distribuidoras para cumplir la llamada cuota de pantalla, en decir, para satisfacer la demanda de la ley en lo que concierne a proyectar películas españolas. Ahora, se acaba de estrenar Femenino singular, primera película de Juanjo López. Ha sido tal la discreción de la publicidad, tan silenciada su existencia, que raros serán los que se interesen por ella. Pero, aunque el público se hubiera sentido atraído por la película o por la presencia de Carmen Maura en el papel principal, Femenino singular no tendría más vida en la cartelera que marca nuestra distancia con las inmediatas fechas de Navidad. Para entonces, sí que serán lanzadas con gran aparato las películas norteamericanas correspondientes. No habrá susurros, no habrá ahorro.

El problema no es sólo de las primeras películas. Saura ha recibido el mismo castigo. Su hermosa película Antonieta se ha presentado de sopetón, como temiendo su posible éxito; es causa común a las películas españolas estrenadas ahora, por urgencia, en locales regentados por las multinacionales.

Independientemente de esa cuestión (qué injusto es marginarla, cuando, en realidad, no todas las películas compiten en igualdad de condiciones), Femenino singular es una curiosa comedia, mejor realizada que otras muchas primeras películas. En una clave dramática que roza muchas veces el disparate, narra el proceso de una mujer moderna que decide ensayar una nueva libertad. Realiza trabajos de hombre en una loca multinacional de agencias matrimoniales, es respetada y ascendida. Ha conseguido, incluso, separarse de su pesado marido. Pero llega a entender que, dentro del mismo engranaje, no alcanzará más libertad. Hay que romper con todo.Las situaciones se suceden con ritmo, y salvo varias humoradas de escaso ingenio, Femenino singular denota un instinto para la comedia que no beba del astracán ni el sainete. Así ha sido entendido por los actores, Carlos Tristancho y Emma Cohen en primer lugar: interpretan con distancia sin perder la complicidad. Francisco Vidal, Emilio Gutiérrez Caba, Lina Canalejas, José Vivó y Miguel Angel Rellán, encarnan personajes inverosímiles a los que aportan la eficacia de su profesionalidad.

Carmen Maura, finalmente, aparece por vez primera en la pantalla tras su éxito en el programa televisivo Esta noche. Mantiene sus cualidades de actriz con relajo y seguridad. Aun siendo la protagonista, no tiene el papel más brillante: le falta humor. Pero ella actúa con seriedad. Le han ayudado poco los feos trajes que luce, pero los traspasa con entusiasmo. Maura, libre; película, presa.